El muralismo, ''gran libro sin forros'' que
inspiró la estética del artista
Las cenizas de José Chávez Morado darán
vida a un hueledenoche
El fundador del Museo del Pueblo descansará junto
a su esposa Olga Costa
MERRY MAC MASTERS Y MARTIN DIEGO REPORTERA Y CORRESPONSAL
Pintor, muralista, escultor, grabador, caricaturista,
diseñador de escenografía y vestuario de ballet, educador,
luchador social, coleccionista, fundador de museos, promotor cultural y,
sobre todo, hombre de su tiempo, hace cuatro años José Chávez
Morado (1909-2002) manifestó su deseo de seguir pintando y la esperanza
de que en México se hiciera justicia.
El
compromiso político que Chávez Morado adquiere ''consigo
y con la sociedad", escribe María Eugenia Garmendia Carbajal, tiene
antecedentes en las ''experiencias que irán forjando lenta e inconscientemente
en él esta conciencia social y política que no tardará
mucho en brotar: innumerables escenas de la lucha armada en la zona del
Bajío (...); la convivencia con trabajadores electricistas, ferrocarrileros,
braceros y jornaleros, dentro y fuera del país, en sus años
de penoso trabajo; la lectura de periódicos editados por los hermanos
Flores Magón (...). Vivencias que van a motivar que se identifique
con el obrero agrícola y se sienta orgulloso de haber pertenecido
a la clase trabajadora". (José Chávez Morado. Su tiempo,
su país. Gobierno del Estado de Guanajuato, 1988)
Contra la ignominia del fascismo
Chávez Morado se afilió al Partido Comunista.
Estaba conmovido, ''al igual que su generación y toda la juventud
mexicana, frente a los actos ignominiosos perpetrados por el fascismo y
los horrores de la Guerra Civil española", continúa Garmendia
Carbajal. En 1937 el pintor formó parte de la delegación
que la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) mandó
al Congreso Internacional de Escritores y Artistas en España.
Un ''parteaguas" fue como Chávez Morado se refirió
al movimiento mural mexicano al pronunciar su discurso de ingreso, Señales
en los muros, a la Academia de Artes en 1985. ''Yo leí -aseguró-
en ese gran libro sin forros siempre abierto del muralismo, fue mi salón
de clases, el mejor que pudo existir, ningún maestro de los que
tuve en mis cortas e irregulares clases pudo inquietarme como los murales
de la Preparatoria y Educación Pública, y desde entonces
aspiré a prolongar, en la medida de mi coraje y talento, la saga
del muralismo".
Más prensa que personajes
La despedida de los restos mortales del pintor y muralista
José Chávez Morado fue una ceremonia sencilla; sus restos
fueron cremados al igual que los de su esposa Olga Costa y serán
depositados en un jarrón elaborado por el ceramista Gorky González
para descansar en el pasillo de su casa, en el barrio de Pastita. La noche
transcurrió tranquila, ''como le hubiera gustado al maestro", sólo
unos cuantos amigos y curiosos, más prensa que personajes, se presentaron
en el lugar donde yacía el cuerpo de quien es considerado el último
de los muralistas mexicanos; todo ocurrió en la capilla barroca
del Museo del Pueblo, mismo que Chávez Morado fundó y donó
en 1979.
Fue una de sus últimas voluntades, refirió
Rafaela Montes, quien le asistió durante sus días postreros;
''quería estar junto a su esposa aun después de muerto",
por ello a las 15 horas fue cremado en un velatorio de la ciudad de León.
Sus cenizas serán mezcladas con tierra de la Sierra
de Santa Rosa para darle vida a un hueledenoche; su esposa, la pintora
Olga Costa, reposa en una maceta que elaboró el propio Chávez
Morado, en la que se sembró una siempreviva.
El maestro regresó al que llamaba "mi querido Museo
del Pueblo", donde este miércoles será inaugurada una exposición-homenaje
en la que se presentarán sus obras La gran tehuana y La
marcha, así como otras obras que incluyen sus técnicas
de grabado, litografía y dibujo en acuarela y carbón, que
permanecerá abierta al público.
Saúl Juárez, director general del Instituto
Nacional de las Bellas Artes (INBA), anunció que en colaboración
con el Gobierno de Guanajuato se ofrecerá un homenaje póstumo
al maestro Chávez Morado en abril del próximo año,
cuyos detalles están por definirse.
El silencio y la calma que se respiraban en la capilla
barroca de la ciudad capital fue irrumpido cerca de las 14:00 horas cuando
el gobernador Juan Carlos Romero Hicks montó una breve guardia al
lado del féretro del creador, junto con el director del INBA.