Nos uniríamos hasta con la UNT para combatirla, dijo
La ley Abascal, sin consenso para ser aprobada, dice Gómez Urrutia
PATRICIA MUÑOZ RIOS
"No hay el consenso necesario entre el sector sindical nacional para sacar rápido la reforma laboral que propone el gobierno"; además de los sindicatos independientes hay muchos otros que están en contra de este proyecto de ley que preparó la Secretaría del Trabajo, como los ferrocarrileros, la Confederación Obrero Revolucionaria (COR), las organizaciones de empleados bancarios y muchos más, como el sindicato minero, aseguró el dirigente de éste, Napoleón Gómez Urrutia.
Sostuvo que están dispuestos a "aliarse con quien sea necesario", incluso con los sindicatos que integran la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), para impedir que se apruebe una reforma que atente contra el sector laboral, y planteó que el método que utilizaron gobierno, empresarios y dirigentes del Congreso del Trabajo y de la Confederación de Trabajadores de México para tratar de imponer su iniciativa "fue equivocado".
Dijo que "tal vez presionado por empresarios o el gobierno, Leonardo Rodríguez Alcaine aceptó el documento"; sin embargo, dijo Gómez Urrutia, no es el momento de pedir a este dirigente y otros que avalaron la iniciativa Abascal que desistan de su apoyo a la reforma que plantea el gobierno, aunque "tampoco todos los sindicatos pueden estar de acuerdo en actos que se realizan a espaldas de los trabajadores".
En realidad, los sindicatos que integran el CT no conocen el documento final de reforma; sin embargo, lo están apoyando, dijo, y expuso que hicieron propuestas que no saben si fueron tomadas en cuenta.
Por ello es muy complicado que aprueben una reforma aprisa y sin consenso, sobre todo porque se conoce de manera extraoficial que contiene muchas modificaciones que no son muy favorables para los trabajadores y que bajo una promesa de "flexibilidad laboral" se alteran diversos artículos de la actual ley en detrimento de las condiciones laborales de este sector.
No se quiere una reforma que incremente la injusticia social y que condene a los trabajadores mexicanos a ofrecer mano de obra barata, apuntó Gómez Urrutia.
Expuso que la iniciativa de reforma laboral no surgió del movimiento obrero y advirtió que el proceso para sacarla adelante "puede propiciar más divisiones entre el sindicalismo nacional y en general del movimiento obrero", porque nos se puede hacer una reforma sobre las rodillas, sin consensos, ni negociaciones, sin tomar en cuenta los puntos de vista de los involucrados.
También consideró que el CT se ha visto debilitado y dividido en los últimos años, por lo que es momento de tomar la iniciativa para encauzar una lucha por una reforma más justa y menos ventajosa para el sector patronal. "No estamos dispuestos a sumarnos a esta propuesta", aseguró.
"Fue muy burda la forma en que el secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, quiso imponer una iniciativa que ni siquiera conocen los sindicatos y muchos menos ha sido negociada, no resistirá el análisis que se haga en el Congreso de la Unión; su método no funcionó, estuvo errado", reiteró e hizo ver que los sindicatos inconformes han buscado a Rodríguez Alcaine y al asesor de la CTM Moisés Calleja para saber cómo se va a responder "a esta embestida del gobierno contra el sector laboral"; sin embargo, aún no han sido recibidos, expresó.
Gómez Urrutia señaló que están dispuestos a aliarse con la UNT en contra de una reforma laboral "nefasta y negativa, que no defiende los derechos de los trabajadores".