Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 3 de diciembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Mundo

Más de 120 mil personas aún requieren atención médica, señala Greenpeace

Persisten daños en Bhopal a 18 años del accidente en fábrica de pesticidas

Unos 80 mil sobrevivientes quedaron incapacitados; Dow Chemicals nunca fue sancionada

DE LA REDACCION

A 18 años del escape de 40 toneladas de gases letales de la fábrica de pesticidas de la empresa estadunidense Dow Chemicals (antes Union Carbide Corporation) en Bhopal, India, más de 120 mil personas requieren todavía atención médica por las secuelas de la peor tragedia ecológica de este tipo, por la cual la transnacional estadunidense nunca ha sido sancionada, señala la organización Greenpeace.

La catástrofe, ocurrida la noche del 2 al 3 de diciembre de 1984, provocó la muerte inmediata de 20 mil personas, pero actualmente se estima que unas 30 fallecen cada mes, y 80 mil más se encuentran incapacitadas a raíz de la intoxicación con los gases que escaparon de uno de los tanques durante operaciones rutinarias de mantenimiento, y que incluían isocianato de metilo y cianuro de hidrógeno, entre otras sustancias tóxicas.

Mariana Boy Tamborrell, coordinadora de la campaña de tóxicos de Greenpeace México, destaca en un artículo elaborado con ocasión de este aniversario que Dow Chemicals abandonó la fábrica dejando atrás grandes cantidades de sustancias peligrosas y, al pueblo de Bhopal, un suministro de agua contaminada y un legado tóxico que todavía hoy causa daños.

Los químicos hexaclorobenceno, socianato de metilo, monometilamina, fosfeno y sevi son compuestos peligrosos y tóxicos que afectan al sistema nervioso, hígado y riñones, y además provocan paros respiratorios (las principales causas de muerte en el caso Bhopal), añade.

Pese a que la empresa estadunidense trabajaba con sustancias tóxicas y peligrosas, las medidas de seguridad fueron reducidas con el objetivo de abaratar costos, ya que la corporación pasaba por momentos difíciles para comercializar los pesticidas. Sólo los trabajadores de la planta fueron informados en ese momento de la situación para que se alejaran rápidamente de la ciudad y que mantuvieran los ojos húmedos, por lo que ninguno murió.

Los gases quemaron los ojos y las vías respiratorias de los afectados, se introdujeron en su corriente sanguínea y dañaron prácticamente todos sus sistemas corporales. Muchos murieron en su cama, otros salieron de sus casas, ciegos y ahogándose, y perecieron en la calle. Los que sobrevivieron aquel primer día sufrieron daños en las funciones respiratorias. Estudios posteriores de los sobrevivientes han encontrado trastornos neurológicos, incluyendo dolores de cabeza, problemas de equilibrio, depresión, fatiga, irritabilidad y daños en los sistemas musculoesqueletal, reproductivo e inmunológico.

Los daños al ambiente y la salud humana fueron el parámetro para considerar este el accidente más grande de su especie en el mundo y actualmente Bhopal sigue siendo el lugar más contaminado del globo terráqueo.

Después de este fatal accidente la planta cerró y surgieron varias controversias y batallas legales, exigencias de responsabilidad compartida (Union Carbide Corporation, los operadores de Union Carbide India Limited y el gobierno de Nueva Delhi) y de compensación, que continúan hoy luego de 18 años.

Después de pagar una compensación de 470 mil millones de dólares, cuando el gobierno de India exigía el pago de 3 billones, Union Carbide reanudó sus actividades productivas normales. Aproximadamente 95 por ciento de los sobrevivientes recibió 500 dólares cada uno por quedar incapacitados de por vida o por haber perdido sus medios de subsistencia. Esta suma es apenas suficiente para cubrir gastos médicos por 5 años.

En 2001 la compañía Dow Chemicals compró Union Carbide, volviéndose la compañía química más grande del mundo. Dow Chemicals ha reiterado que el capítulo de Bhopal ya está cerrado y todas las obligaciones han sido cumplidas y resueltas.

Pero hasta ahora las víctimas no se han podido someter a ningún tratamiento, ya que Dow-Carbide se niega a compartir información sobre los efectos toxicológicos de los gases liberados aquella noche del 2 de diciembre. Más aún, los efectos sobre las futuras generaciones no están claros a pesar de que han sido relativamente evidentes entre los hijos e hijas de las personas que fueron expuestas a los gases tóxicos, subraya Greenpeace.

Por las graves consecuencias de este accidente químico se inició un juicio en la corte judicial de Bhopal contra Warren Anderson, entonces presidente de Union Carbide, y otros altos mandos de la compañía. Pese a que Anderson y los representantes de Union Carbide aseguraron que enfrentarían el juicio y se presentarían cuando el sistema judicial así lo requiriera, aún no han aparecido en la corte. Anderson fue declarado prófugo de la justicia. El 28 de agosto de 2002, la Corte acusó a Warren Anderson de homicidio y se encomendó al gobierno indio su extradición y la de los representantes de Dow-Carbide para enfrentar juicio en India. cocnluye Greenpeace.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año