Trabaja normalmente la industria petrolera; la huelga, "un éxito", afirma líder sindical
La oposición venezolana extenderá el paro; no habrá otro golpe, advierte el gobierno
Fueron detenidas 54 personas que trataron de impedir el paso a los lugares de trabajo
AFP, REUTERS Y DPA
Caracas, 2 de diciembre. La oposición venezolana decidió extender el paro -iniciado este lunes para exigir al presidente Hugo Chávez que adelante un plebiscito-, el cual afectó parcialmente las actividades del país pero no las operaciones de la vital industrial petrolera, al tiempo que el gobierno advirtió que "no se repetirá" otro golpe de Estado como el de abril pasado, que estuvo precedido por una protesta similar.
En la noche, un fuerte cacerolazo, especialmente en las zonas de clase alta de Caracas y el interior del país, cerró la primera jornada del paro, el cuarto en lo que va del año contra Chávez convocado por la empresarial Fedecámaras, la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) y grupos civiles y políticos opositores.
"El pueblo, en ejercicio soberano, continúa el paro cívico nacional", declaró Carlos Ortega, presidente de la CTV, señalando que "por cuestiones de estrategia el comando de conflicto no va a anunciar si el paro va a continuar por un lapso determinado de horas o días".
A su vez, el líder de la cúpula empresarial Fedecámaras, Carlos Fernández, aseguró que la huelga fue acatada "nuevamente" por 80 por ciento de los trabajadores.
El empresario calificó de "mentirosa" a la ministra de Trabajo, María Cristina Iglesias, quien sostuvo que "los sectores que producen 81 por ciento del PIB del país están trabajando normalmente".
La oposición presiona para que se realice un referendo consultivo sobre la gestión de Chávez, como primer paso para celebrar elecciones adelantadas. La consulta popular, comprendida en la nueva Constitución impulsada por el mandatario, no puede realizarse hasta agosto, cuando se cumple la mitad del mandato, según especifica la Carta Magna.
Ortega, por otro lado, amenazó con que "si el gobierno continúa con su actitud de ceguera y sordera el paro va a continuar por horas o por días", y advirtió que los planes de contingencia del gobierno en el sector petrolero, que proporciona más de dos tercios de divisas al país y sostiene la mayor parte del presupuesto anual de gastos, "no van a funcionar, no funcionaron y no funcionarán".
Horas antes, tanto el presidente del holding estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Alí Rodríguez, como el ministro de Energía, Angel Alvarez, aseguraron que la petrolera trabaja normalmente y garantiza el suministro de combustible.
El líder sindical calificó el paro de esta jornada como un "éxito" a pesar de que el gobierno "ha actuado de forma represiva" al detener a líderes sindicales, dirigentes regionales y gerentes de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Al respecto, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, confirmó la detención de 54 personas acusadas de intentos de sabotaje y de acciones para evitar que trabajadores ingresaran a sus lugares de trabajo.
Cabello denunció que la extensión del paro "tiene un fondo golpista con una agenda escondida", pero minimizó el alcance de la protesta y aseguró que no logrará desestabilizar al gobierno ni repetir el golpe de Estado de abril, precedido por una huelga general indefinida y que alejó a Chávez por 47 horas del poder.
Las calles del país mostraron hoy menor actividad que de costumbre, pero mayor que en los pasados paros que la oposición ha efectuado, constataron la Afp y las imágenes de televisión. En el oeste y centro de la capital, bastión chavista, miles de personas llenaron la céntrica avenida Bolívar, donde el gobierno instaló un mercado popular. En cambio, en los residenciales barrios del este las calles lucieron semidesiertas.
No circularon los periódicos, que se unieron al paro, mientras el transporte público operó con normalidad y la mayoría de las instituciones financieras abrieron sus puertas, aunque con pocos clientes.
En este contexto, Estados Unidos llamó al gobierno de Chávez "a crear un ambiente propicio al diálogo y abstenerse de excesos que pueden limitar o restringir las libertades fundamentales o resultar en violencia", dijo Charles Barclay, vocero del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental.