Autoridades del condado de Cochise critican llamados a detener flujo de indocumentados
Condenan en Phoenix caza de migrantes
Es la segunda localidad que se manifiesta en contra de las acciones de grupos armados
NOTIMEX
La Junta de Supervisores del condado de Cochise, en Phoenix, Estados Unidos, adoptó una resolución que condena a grupos de civiles armados dedicados a contener flujos de indocumentados y a detener migrantes en la frontera de ese país con México.
''Milicias y vigilantes armados que operan sin supervisión con el propósito de controlar migración ilegal han generado históricamente animosidades entre comunidades al propagar odio, maldad y percepciones preconcebidas enfermizas'', señala el documento.
Esta decisión se da tras la reciente creación de la Milicia Fronteriza de Arizona por el dueño del semanario Tombstone Tumbleweed, Chris Simcox, quien invitó a residentes de Cochise a que tomaran las armas y contuvieran flujos de indocumentados.
Asimismo la resolución reconoce que particulares tienen derecho a proteger su propiedad de intrusos que las traspasan, y solicita al gobierno federal estadunidense responsabilizarse y solucionar los problemas relacionados con migración ilegal que ingresa por las fronteras.
Paul Newman, integrante de la Junta de Supervisión de Cochise, dijo que de esta forma busca enviar un doble mensaje: "que no queremos milicias y vigilantes aquí" y que Washington es la autoridad competente para resolver asuntos relacionados con indocumentados.
La determinación de los supervisores de Cochise siguió a otra adoptada este mes por el cabildo de la ciudad de Douglas, Arizona, que expresó también su oposición a la creación y operación de grupos civiles armados que buscan contener flujos de migrantes.
Por otra parte, el presidente del Colegio de la Frontera Norte, Jorge Santibáñez, advirtió en Guatemala sobre el repunte de la violencia en la zona limítrofe con Estados Unidos en perjucio de los migrantes.
Dijo que tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 las autoridades estadunidenses reforzaron sus controles fronterizos en detrimento de la seguridad de los migrantes, que "nada tienen que ver con terroristas".
Precisó que desde 1998 hasta mediados de este mes murieron unos 2 mil 200 indocumentados mexicanos que intentaban internarse en territorio estadunidense en busca de mejores oportunidades de trabajo.
Santibáñez explicó que la cifra de indocumentados muertos en la aventura de cruzar hacia Estados Unidos es mayor a la cantidad de víctimas generadas desde que surgió la segunda intifada en Medio Oriente.
Afirmó que el gobierno de Washington invierte más dinero en personal, equipo y tecnología para vigilar la región fronteriza con México que el total de las remesas familiares que los latinoamericanos envían a sus países desde Estados Unidos en un año.
