Fue un madruguete, dicen diputados de PRI y PAN
Descalifican aprobación del dictamen de la ley de sociedades en convivencia
RAUL LLANOS Y GABRIELA ROMERO
La aprobación del dictamen de la Ley de Sociedades en Convivencia generó ayer fricciones y opiniones encontradas entre diputados de las diversas fracciones de la Asamblea Legislativa. Algunos calificaron de madruguete y albazo la decisión que tomaron los integrantes de las comisiones de Derechos Humanos y de Estudios Legislativos, mientras que otros aseguraron que se cumplió con los requisitos de ley y confiaron en que el dictamen habrá de discutirse en el pleno la próxima semana.
Durante la sesión ordinaria de ayer muchos legisladores se dijeron sorprendidos por la aprobación del dictamen. Inclusive Walter Widmer, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, afirmó que "no tiene ningún valor legal" ese hecho, pues la convocatoria para la reunión de comisiones unidas debió ser firmada por él y eso nunca ocurrió.
Patricia Garduño, presidenta de la Comisión de Gobierno y coordinadora del PAN, le recriminó al vicecoordinador del PRI, Marco Antonio Michel, ese acto. "No se vale lo que hicieron", le espetó en el salón de plenos. Entre los legisladores priístas se comentó que en reunión previa de la fracción se "regañó" a Miguel González Compeán por firmar un documento que no tiene el aval de toda la fracción; otros argumentaron que no todos los 14 diputados que estuvieron en esa reunión firmaron. En respuesta, Enoé Uranga dijo que no sólo hay un documento que fue avalado por los legisladores presentes en esa reunión privada, sino que el mismo Walter Widmer firmó la solicitud que se hizo a Eventos Especiales de la ALDF para pedir apoyo y realizar la reunión en un restaurante aledaño. Incluso, en el referido documento -entregado a los medios- se precisa: "no difundir a Comunicación Social ni a ningún otro medio de comunicación".
Por otra parte, especialistas externaron a los diputados locales su extrañeza por la pretensión de reformar la Ley de Instituciones Privadas del DF, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación ratificó su validez. Este comentario reabrió la discusión entre los legisladores sobre si debe o no modificarse.
En reunión de trabajo, Antonio Roqueñí, director del Montepío, a pregunta de los diputados recomendó: "no sean zapateros remendones". Mientras, el ex oficial mayor Jesús González Schmall comentó que le parecía extraño que una ley que había sido apoyada por la Corte cuando algunos partidos opositores al PRD la impugnaron, fuera modificada.
Roqueñí y el ex oficial mayor se opusieron a otorgar un porcentaje de las ganancias a quienes se encarguen de organizar actos para recaudar fondos.
Rubén Aguilar, ex presidente de la Junta de Asistencia Privada, se manifestó a favor de un equilibrio en la integración de esa instancia.