El Poder Judicial requiere un presupuesto fijo,
insisten
Cortes de Iberoamérica exigen autonomía
económica
Recomiendan a Ejecutivo y Legislativo "velar" para que
se cumpla la seguridad jurídica que requiere una economía
global
JESUS ARANDA Y DAVID SOSA ENVIADO Y CORRESPONSAL
Cancun, QR, 28 de noviembre. El Poder Judicial
debe contar con presupuesto fijo, elaborado por éste, sin que el
Ejecutivo o el Legislativo puedan modificarlo, acordaron exigir los presidentes
de las cortes supremas de Iberoamérica, quienes se comprometieron
a hacer públicas "las expresiones de apoyo, inactividad o retroceso"
en que incurran los otros poderes al atender su demanda.
Ante los asistentes a la séptima Cumbre de Cortes
Iberoamericanas, el ministro Sergio Salvador Aguirre expuso que en el caso
de México, al no contar con un presupuesto fijo, el Poder Judicial
de la Federación (PJF) está imposibilitado para programar
a largo plazo su crecimiento, su afincamiento y su perfeccionamiento.
En
respuesta a los planteamientos de algunos legisladores, en el sentido de
que "no se justifica" que la Judicatura Federal pretenda contar con una
partida fija, el ministro indicó que "el hecho de que haya una asignación
mínima constitucional no quiere decir que no vayan a justificarse
esos recursos"; falta información y existe confusión en el
Legislativo para resolver positivamente la petición de la Suprema
Corte de contar con al menos 2 por ciento del Presupuesto de Egresos, cifra
que duplica la cantidad obtenida este año.
Aquí quedó en evidencia la crítica
situación por la que atraviesa el PJF al no contar con un presupuesto
fijo, ya que, mientras Aguirre planteó en su ponencia que el Poder
Judicial elabore su proyecto de presupuesto y que éste no sufra
modificación alguna -que es la aspiración de la Suprema Corte-,
los representantes de Costa Rica, Nicaragua y Venezuela comentaron que
las constituciones de sus países incluyen ya dicho ordenamiento,
pero que el problema radica en que los otros poderes les adjudican nuevas
obligaciones sin incrementarles de manera proporcional sus ingresos.
La mayoría de las naciones de Iberoamérica
no tiene asignada una partida mínima constitucional para el Poder
Judicial, y los que cuentan con esa autonomía -que va de 2 a 6 por
ciento del presupuesto de egresos, "ha resultado insuficiente para cubrir
las necesidades judiciales".
Aguirre cuestionó también que aun cuando
hay naciones que elaboran su propio presupuesto (excepto Ecuador y República
Dominicana), el Poder Legislativo lo reduce "drásticamente", sin
posibilidad de audiencia, oportunidad de justificación o aclaraciones.
Para este año, la Suprema Corte solicitó más de 20
mil millones de pesos, y recibieron únicamente 15 mil 800 millones.
Para 2003, la Judicatura Federal pidió 23 mil 600 millones de pesos.
En el contexto de los trabajos de la Cumbre de Cortes
de Iberoamérica, el ministro Juan Díaz Romero leyó
un documento, avalado por la asamblea, en el que se "recomienda" velar
a los poderes Ejecutivo y Legislativo de cada uno de los 21 países
participantes, porque la seguridad jurídica en una economía
globalizada "requiere reciprocidad e igualdad en el tratamiento a las exportaciones
de bienes y servicios de las empresas iberoamericanas"; que se promulguen
normas que comprometan la inversión a plazos determinados, y que
den aviso previo de retiro.
Además, que se haga válida la exigencia
a los empresarios para que prevalezcan y se cumplan las reglas relativas
a la estabilidad en el empleo, la libre sindicalización y la indemnización
de los trabajadores cuando decidan retirar su capital, entre otros.
Entre los temas que fueron analizados destacó el
relativo al "acceso de la mujer a la justicia", que fue presentado por
Zarela Villanueva Monge, magistrada de la Corte Suprema de Costa Rica,
en el que se planteó que los poderes judiciales impulsen una política
de género para revertir la "doble discriminación" que sufre
la mujer, porque la vulnerabilidad que tiene en los campos laboral, económico
y social se "duplica" simplemente por ser esposa, madre o hija.
Los ministros ubicaron tres áreas críticas
(violencia doméstica, pensiones alimenticias y materia laboral)
en las que los jueces deben abrirse a "percibir" las necesidades de las
mujeres, sin que por ello los pierda su imparcialidad.
Este viernes concluyen los trabajos de la cumbre con la
adopción de la Declaración de Cancún, que señala:
"El acceso a la justicia es un derecho fundamental que tiene toda persona
para acudir y promover la actividad de los órganos encargados de
prestar el servicio público de impartición de justicia, con
el propósito de obtener la tutela jurídica de sus intereses
por medio de una resolución pronta, completa e imparcial", para
lo cual se presentará en el espacio judicial iberoamericano una
carta de derechos de las personas".