Los diferendos Iglesia-Estado, la causa, señalan
El sector filantrópico nacional es el menor de AL, revela un estudio
MATILDE PEREZ U.
El sector filantrópico ha movilizado en México recursos por un millón 300 mil dólares; sin embargo el país ocupa el último lugar de América Latina en la prestación de servicios humanos y en las actividades relacionadas con el desarrollo, reveló el Estudio comparativo del tercer sector: México, que se presentó en la sexta reunión anual de organizaciones de la sociedad civil, a la que convocó el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).
De acuerdo con la investigación realizada por Lester M. Salomon, Gustavo Verduzco y Regina List, dichas organizaciones mexicanas emplean 93 mil personas -equivalente a 0.4 por ciento del empleo no agrícola-, mientras que en Latinoamérica representa 4.8 por ciento, lo cual refleja que el sector no lucrativo mexicano es reducido, a pesar de la variada historia en el país de dicha actividad, en la que han participado lo mismo el Estado que la Iglesia católica.
Al trabajo de esas organizaciones se han sumado 47 mil voluntarios y, a diferencia de los países latinoamericanos, la educación predomina en su panorama de actividades, donde se concentra más de 40 por ciento del empleo no lucrativo; le siguen las áreas de asociaciones profesionales, comerciales y sindicatos. Las menores cuotas están en las áreas de salud, servicios sociales, medio ambiente, desarrollo y asesoramiento legal.
En materia de financiamiento, las organizaciones no lucrativas del país -a diferencia de las latinoamericanas- obtienen el mayor porcentaje de las cuotas y de pago de servicios, y sólo en el caso de las asociaciones profesionales, los sindicatos, la cultura y el esparcimiento, los ingresos provenientes del sector público superan 10 por ciento.
"Es evidente que la dilatada historia de relaciones adversas entre el Estado y las organizaciones no lucrativas en el país ha sido responsable de que en México se disponga de un modelo de financiación no lucrativa muy diferente y que dependan más de las cuotas y pagos por los servicios", dijeron Salomon, Verduzco y List.
Interesados en presentar una radiografía de las organizaciones no lucrativas, también conocidas como "el tercer sector", realizaron un estudio de ellas en 22 países.
"En los últimos seis años ha habido un cambio en este sector, que es muy complejo y no puede identificarse como una unidad, aunque las entidades tienen características comunes: son privadas, no son parte del Estado ni comerciales y son autogobernadas", explicó Salomon, director del proyecto de estudio comparativo del sector no lucrativo de la Universidad Johns Hopkins.
En esos países, el tercer sector manejó 1.1 miles de millones de dólares en gastos operativos entre 1995 y 1996, empleó a 19 millones de personas, mientras las empresas privadas tenían 3.3 millones de trabajadores, y a ese mundo laboral se sumaron 11 millones de voluntarios, abundó.
En América Latina, afirmó, la fuerza económica del sector se refleja en que tuvo gastos operativos por 26.9 miles de millones de dólares y empleó a 1.9 millones de personas. Además, la investigación terminó con el mito de que Estados Unidos era el más grande en la contribución del tercer sector y el "único" en mantener esas acciones.
En el estudio, Salomon y Verduzco corroboraron que el sector no lucrativo mexicano es un contribuyente relativamente modesto de la economía y que a partir de los años 80 y 90 empezó a proliferar fuera de los límites de la Iglesia católica y del Estado.
Esas organizaciones, señaló, "han entrado en escena no sólo para llenar los vacíos existentes en relación con la prestación de servicios, sino para exigir un lugar en la mesa en la que se deciden programas y políticas sociales".
Luego de la presentación del estudio, Carlos Zarco, secretario general del Consejo de Educación de Adultos de América Latina, comentó que de nada vale tener un sector filantrópico organizado si hay un Estado deficiente, ineficiente o ambiguamente democrático, porque terminará siendo un obstáculo para la solidaridad y la ayuda mutua.