Sacrificaría la planta productiva: experto
Desintegración de economías nacionales, riesgo del ALCA
MIRIAM POSADA GARCIA
La negociación del Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) debe evitar riesgos como la desintegración de las economías nacionales, la dependencia de mercados externos, el sacrificio de las plantas productivas nacionales y el consecuente incremento del desempleo, así como no exponer a la agricultura a una competencia ruinosa frente al poderío tecnológico y subsidiado de las corporaciones trasnacionales, advirtió el investigador Jorge Witker, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
En un análisis sobre los riesgos y oportunidades que representa el ALCA, que fue difundido por la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana, el investigador destacó que este nuevo acuerdo comercial agrupará a 34 países que integrarán un mercado de casi 800 millones de personas, con un producto interno bruto (PIB) de 11.5 billones de dólares equivalentes a 40 por ciento del total mundial y del que Estados Unidos genera 75 por ciento.
Sin embargo, advirtió en las negociaciones hasta ahora realizadas ''se está dando un trato igualitario a economías que son desiguales, con problemas e intereses distintos'', lo cual representa importantes riesgos para cada una de las economías involucradas y sus pobladores.
Precisó que un proyecto de integración como el ALCA debe tener como objetivo básico el desarrollo económico regional, con equidad y prosperidad compartida, debe ser un instrumento para reforzar los mercados nacionales, beneficiar tanto a empresarios como a trabajadores y consumidores ''a través de políticas públicas que hagan efectivos los derechos económicos y sociales, legitimando de paso a gobiernos democráticos sustentados en un estado social de derecho''.
Destacó que es indispensable evitar que la liberación de los mercados de bienes y servicios, inversiones y derechos de propiedad intelectual, conduzca a una integración sólo corporativa a cargo de la desintegración de las economías nacionales. Asimismo, es indispensable impedir que los gobiernos fomenten políticas que fortalezcan la demanda interna y se hagan dependientes absolutos de los mercados internos.
