Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 24 de noviembre de 2002
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Espectáculos
MELON

Luis Angel Silva

A toro pasado

AUNQUE DEJO BIEN claro que no eligió a los invitados, la amabilidad y don de gentes de Celia Cruz al aceptarlos hizo que su homenaje, aniversario, concierto, fuera deslucido. Coinciden con éste su enkobio José Luis Plaza, Mario Rojas y Arturo Cruz Bárcenas. Este último hizo una crítica certera y puso los puntos sobre las íes: ella sola hubiera levantado el ambiente.

EL UNICO QUE estuvo como lo que es, "el lujo de México", fue Marco Antonio Muñiz. Puso de manifiesto su calidad y colmillo retorcido haciéndole una segunda de primera a Doña Son en Echame a mí la culpa, de Ferrusquilla, obligando al respetable a pedir una repetición que fue Lágrimas negras. El señor Plaza dice de Pedrito Fernández que, al parecer, al cantante le quedó un poco arriba el tono, pues en cada intervención parecía gritar. Por lo visto a Pedrito no le han dicho que las damas cantan en un tono y los hombres en otro. En vez de hacerle dueto a la Reina Rumba, como hizo Marco Antonio, cantó en el tono de Celia, y por el esfuerzo se le deben de haber salido hasta las almorranas.

LOS DEMAS, Y esta es mi opinión muy personal, enseñaron el cobre. La música cubana parece fácil de interpretar, pero no es así, y más lo que canta Celia Cruz. Y aún más cuando se tiene una orquesta como la que dirigió Isidro Infante, que sonó de manera soberbia, ya que los errores se notan fácilmente desde Kabah hasta el cubano metiche Eduardo Antonio, pasando por Aleks Syntek, Daniela Romo y Yuri, que mostraron que no tienen idea de lo que es la música cubana. No basta con gritar "vaya" o "ahí mi negra". Hay que tener conocimientos y algo que da mamá, que no se compra en la botica, llamado sabor. Tampoco basta con nacer en Cuba. Con Eduardo Antonio se comprobó que no todos los cubanos son Celia Cruz o Benny Moré. ¡Así de fácil!

LA GUAJIRA GUANTANAMERA los exhibió. De nuevo Marco Antonio sacó el colmillo y cantó los versos de José Martí. Los demás quisieron improvisar y eso fue de terror. Gracias al profesionalismo de la orquesta no se convirtió, como dirían los taurinos, en un herradero. Al genio que se le ocurrió la brillante idea de tales invitados (sin contar a Marco Antonio) se le debe cargar la falta de lucimiento y la tibieza que mostró el público durante casi todo el concierto.

HUBO MOMENTOS EMOTIVOS y de calidad, pero a cargo de Doña Saoco. Acompañada de tambores batá, ofreció dos cantos a Yemayá, uno de ellos para complacer a una santera cubana que se hizo oír en serio en todo el recinto, para después cantar Cuando salí de Cuba, acompañada únicamente de la niña del teclado, bajo y percusiones, con la calidad, sabor y sentimiento a que nos tiene acostumbrados. Señora Jícamo, ¡mis respetos!

PARA COLMO, A la noche siguiente el Canal 40 presentó un concierto celebrado en Nueva York en 1999, donde Celia se vio diferente, también acompañada por Isidro Infante, pero en esa ocasión sus invitados fueron Tito Puente, Johnny Pacheco y La India. Esta última, en opinión muy personal, no canta, sino grita y en qué forma, pero la calidad y el entusiasmo del público ahí quedaron.

HE PODIDO PRESENCIAR otras actuaciones de Celia Cruz que tan sólo de recordarlas se me enchina el cuero, donde el tiempo se fue volando y la participación de la guarachera del mundo duró más de dos horas. Una fue en Los Angeles, California, y otra en Veracruz. Dice Mario Rojas que Celia merecía una fiesta de más lujo y estoy totalmente de acuerdo. A ver si para la otra.

SEGUIRÉ CON EL talento de nuestros productores. Ahora preparan Operación Triunfo para niños, lo que en España se llama Menudas estrellas. Eso me hace decir lo que expresan de Carlos Gardel: que canta mejor que nunca. Yo lo pongo así: don Luis de Llano, Mario de la Piedra, Juan Calderón, Miguel Angel Herros y todos los de antaño producen mejor que nunca. Por supuesto, ya anuncian giras como en la Madre Patria. Les aconsejo llevar un otorrinolaringólogo para que no pase lo que con Rosa, figura española de Operación Triunfo, que se quedó afónica y tuvieron que suspender una gira. ¡Vale!


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