Soportan deuda externa y otros males: Pérez Esquivel
Los pueblos de Latinoamérica no cuentan en la negociación del ALCA
PL
Buenos Aires, 23 de noviembre. En la negociación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) los pueblos no cuentan, pero son los que soportan la deuda externa, la militarización y otros males, denunció el Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel.
Los gobiernos decidieron que esas negociaciones sean secretas, a espaldas de los pueblos. Eso no es democracia y nos está llevando a la pérdida de las libertades, de la soberanía y al sometimiento, apuntó el luchador por los derechos humanos.
En entrevista con Prensa Latina en esta capital, el también titular del Servicio Paz y Justicia (Serpaj) criticó a los gobernantes que aceptan las políticas impuestas por Washington para la aplicación del ALCA, aunque eso signifique la pérdida de la soberanía nacional, mayor pobreza y exclusión.
Para Pérez Esquivel, quien a partir del lunes participará en La Habana en el segundo Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA, esa iniciativa -que excluye a Cuba- es un mecanismo de dominación y conducirá a la anexión directa de América Latina a Estados Unidos.
"El ALCA no viene sola y muchos no se dan cuenta de eso. Viene acompañada de dos grandes ejes, que son la deuda externa y la militarización de esta parte del mundo", apuntó.
Sobre el endeudamiento, precisó que "es el mecanismo de dominación impuesto al sur para asegurar la transferencia de capitales a los grandes centros de dominación" y que, más allá de los números, se traduce en la simple relación de más pagamos-más debemos-menos tenemos.
"De ahí el drama de vivir con altos índices de desocupación y hambre, creciente analfabetismo y mortalidad infantil. En Argentina más de cien niños mueren de hambre cada día, hay 19 millones de pobres y cerca de 8 millones de indigentes. ƑHacia dónde vamos?", inquirió.
Acerca de la militarización de América Latina, el Premio Nobel de la Paz 1980 aseguró que se trata de un proyecto hegemónico de Estados Unidos, país que necesita de bases en todo el continente.
Pero lo más peligroso -dijo- es la hipótesis de conflicto que se plantea: un escenario de guerra en el cual los enemigos son las organizaciones sociales, las no gubernamentales y otros, es decir, el enemigo es el pueblo.