Mueren 4 niños por desnutrición;
la pobreza lacera a menores: funcionarios de salud
Más de 300 mil familias enfrentan amenaza de
desalojo en Argentina
"Lo único que nos queda es la casa y la dignidad,
resistiremos hasta la muerte": afectados
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 13 de noviembre. Para María
Carnia sólo queda un camino: "la resistencia hasta la muerte", para
evitar que le quiten su humilde casa, donde vive con dos hijas y otros
miembros de su familia, ya que todos han perdido sus empleos desde hace
un año. La casa fue hipotecada para pagar medicamentos para los
niños y comprar un triciclo para repartos de alimentos en el barrio,
del que viven "apenas comiendo algo".
Ahora,
como más de 300 mil familias argentinas, están bajo la amenaza
de desalojo, ya que el Fondo Monetario Internacional (FMI) exige al gobierno
de Eduardo Duhalde que ejecute las hipotecas. Esto, a solicitud de la banca
extranjera que "se quedó con millones de dólares de sueldos
y ahorros en el corralito" bancario impuesto hace casi un año,
"y que es responsable de que María y los otros se hayan atrasado
en sus pagos", recordó un grupo de manifestantes que hoy llegó
a reclamar ante el Congreso para evitar esta medida.
También campesinas de Santiago del Estero, una
de las provincias más pobres del noroeste argentino, protestaron
hoy aquí, reclamando por las tierras que desde hace un siglo ocupan
y trabajan con sus familias, donde han construido escuelas, un cementerio
y una represa, y que les están siendo arrebatadas por supuestos
dueños que aparecieron "de la nada".
En un comunicado de prensa, el Movimiento Campesino de
Santiago del Estero (Mocase), que acompañó el reclamo de
las mujeres, dice que "los pobres del campo, campesinos y hacheros, mujeres,
niños, jóvenes y ancianos, venimos de los montes a exigir
el respeto al derecho a la tierra, a los alimentos, a la agricultura, es
decir, el derecho a la vida. El hambre y la desnutrición crecen
con las políticas neoliberales, no por falta de alimentos, sino
por la falta de nuestros derechos".
El Mocase exige un proceso de reforma agraria controlado
por las organizaciones populares. "Nosotros, los campesinos, somos capaces,
con nuestro trabajo familiar, de producir los alimentos sanos que nuestro
pueblo necesita, preservando la vida de la naturaleza para las próximas
generaciones".
La tragedia ronda de nuevo en un país en crisis
En el caso de estas campesinas, que en su protesta en
la ciudad bonaerense de La Plata no pudieron impedir el remate de sus tierras,
así como en el de las familias y productores amenazados por la ejecuciones
hipotecarias, la tragedia vuelve a rondar nuevamente sobre la sociedad
argentina sumergida en la crisis.
Mientras el Fondo Monetario Internacional "juega con el
gobierno como el gato con el ratón, para que finalmente al país
ya no le quede más nada que entregar que su gente, a nosotros sólo
nos quedan las calles y la resistencia", razona Felipe, durante la manifestación
de reclamo frente al Congreso. Los miles de afectados pagaban sus deudas
con regularidad hasta que llegó el corralito, a principios
de diciembre de 2001, con la quiebra del gobierno y luego la devaluación.
Algunos afectados están organizando ya la resistencia mientras los
directivos del FMI continúan "inventando exigencias después
de estar un año mintiendo al gobierno, a pesar de que éste
cumplió con creces las demandas crueles de ese organismo", sostienen.
Este día, por la ausencia de los justicialistas
(oficialismo) en el Congreso, no hubo quórum para tratar este grave
problema, ya que aunque el gobierno llegó a un acuerdo verbal con
la banca privada para suspender ejecuciones hasta febrero próximo,
lo que se necesita es una ley que permita renegociar para resolver la situación.
"Cada día el FMI parece estar arrojando nafta (gasolina) sobre el
incendio", dice una manifestante.
La indignación mayor surge de "cómo el FMI
ha exigido el salvamento de la Banca y el incumplimiento de sus obligaciones
con los ahorristas y ahora exige que dejen en la calle a millones de personas
que no pudieron pagar por el incumplimiento de esa banca. Es perverso".
Jorge R., quien al quedar sin trabajo hipotecó
su casa para comprar un taxi, advirtió en su desesperación
que está dispuesto "a resistir con lo que sea, palos, piedras y
a dejar la vida si es necesario para no perder lo único que nos
queda: la casa y la dignidad. No voy a llevar a mi familia a domir bajo
los puentes porque no es culpa nuestra si dejamos de pagar este año
o lo hicimos con atraso. Tendrán que matarnos", advierte.
Además, si hay ejecuciones hipotecarias, miles
de productores agrarios y microempresarios cerrarían, llevando a
más desempleo en poco tiempo. Pero fue el gobierno el que lanzó
una ofensiva para impedir que el Congreso tratara el tema hoy, porque "podía
poner en peligro el acuerdo con el FMI".
Muchos de los asistentes a la manifestación de
este día peregrinaron luego hasta una calle del barrio porteño
de Constitución, donde 40 familias, la mayoría madres solteras,
fueron sacadas a golpes por policías de civil de una casa que ocuparon
el lunes. La imagen esta noche era casi de guerra: todos en la calle, con
los niños sobre colchonetas, sin comida.
Tocamos fondo, advierten en el noroeste
En tanto, en el castigado noroeste tan sólo en
horas recientes cuatro niños murieron por desnutrición. Desde
la provincia de Tucumán, las imágenes televisivas mostraban
otra cantidad de niños internados, que recordaban la hambruna en
Africa. Las víctimas tenían entre dos y seis años,
y ninguno de ellos pesaba más de 10 kilos. "Estamos tocando fondo",
dijo un funcionario de salud de la región, advirtiendo que hay miles
de niños al borde de la muerte, y "todos los casos responden a enfermedades
de la pobreza".