Hernández Haddad lo acusa de violar la ley de responsabilidades de funcionarios
Un grupo de priístas exige que se expulse a Zedillo del partido
"Ofende la desfachatez con que se pasea impune como agente de empresas extranjeras"
ANGELICA ENCISO L.
Un grupo de priístas demandó ayer a la Comisión de Honor y Justicia de su partido la expulsión del ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León debido a violaciones a los estatutos y al código de ética. Esto porque el 30 de octubre "atacó y ridiculizó" la posición de los gobernadores sobre la política económica del gobierno federal.
Ese día, el ex mandatario pronunció una conferencia en la Universidad de Columbia en Nueva York, donde se refirió a la demanda presupuestal de los gobernadores del PRI y del PRD. Dijo que "los estados quieren más dinero, pero no más responsabilidad. Eso es imposible. En esa materia yo apoyo al gobierno federal en México".
Estas palabras provocaron que priístas como Manuel Bartlett se pronunciaran porque Ernesto Zedillo sea sujeto de responsabilidad por ser "empleado de trasnacionales a las que previamente benefició al entregarles obras públicas", aunque el dirigente nacional de ese partido, Roberto Madrazo, entonces rechazó que el ex mandatario fuera a ser expulsado del PRI; dijo que "no había ruptura ni cobro de facturas". Ahora, Humberto Hernández Haddad, ex cónsul de México en San Antonio, Texas y ex senador del PRI, encabezó al grupo de priístas que presentaron la solicitud a Martha Sofía Tamayo, presidenta de la comisión.
El ex presidente "no ha ocultado sus intenciones para contribuir a la desintegración de varias instituciones del Estado mexicano, al cual juró prestar lealtad y respeto y ahora hace lo contrario como empleado de transnacionales a las cuales benefició siendo presidente, al venderles obsequiosamente ferrocarriles, aeropuertos, puertos, bancos, incluso en violación a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos".
En la denuncia se indica que "el pueblo de México día a día ve disminuida su calidad de vida por la carencia cada vez mayor de hospitales, escuelas y múltiples servicios que el régimen zedillista frenó con sus políticas contrarrevolucionarias proclives a la exclusión de los sectores sociales mayoritarios, en beneficio de pequeños grupos, cercanos a sus afectos".
El documento agrega que esas flagrantes violaciones "son motivo de vergüenza para los auténticos priístas. Ofende la desfachatez con que se pasea impune ante el mundo como agente de las empresas extranjeras a las cuales sirve indignamente, exaltando los supuestos beneficios de la globalización".