ENTREVISTA /MARCO
ANTONIO PEYROT, SECRETARIO DE MARINA
La Armada, obligada a "exprimir" sus naves
MUCHOS PROYECTOS DEPENDEN DE LA SUFICIENCIA DE LOS
RECURSOS
Renuente a hablar sobre las restricciones presupuestales,
el almirante Peyrot reconoce que la dependencia cuenta con buques muy viejos
cuyo mantenimiento es costoso y señala la necesidad de que se modernice
la flota naval militar, lo que implica, necesariamente, más fondos
JESUS ARANDA
Pese a los avances alcanzados en la modernización
y construcción de buques, la Armada de México se verá
obligada a "exprimir al máximo" sus mejores naves -que en el mejor
de los casos sumarán 18 embarcaciones para 2003-, al incluir la
modalidad de tripulaciones de "dobles rotaciones", con el propósito
de suplir las embarcaciones obsoletas que sacará de servicio a futuro.
En entrevista, el secretario de Marina, almirante Marco
Antonio Peyrot, da cuenta de la primera fase de su proyecto de modernización
de la flota naval, helicópteros y aviones de la institución.
Destaca la fabricación nacional de buques oceánicos, buques
patrullas y lanchas interceptoras, así como la adquisición
de aeronaves y equipos de navegación y vigilancia.
El
proyecto de presupuesto para el año próximo prevé
el incremento de recursos para la Armada -lo que no había sucedido
en los últimos años-, al pasar de 8 mil 665 millones 500
mil pesos a 8 mil 904 millones 800 mil pesos previstos para 2003. Peyrot
sabe que estas cifras no son definitivas y por ello pide "una oportunidad",
porque "hay mu-chas ideas interesantes, muchos proyectos" que dependen
de que haya recursos suficientes.
Está convencido de la necesidad de mantener la
continuidad en la construcción de 12 lanchas interceptoras, que
tienen un costo de 800 mil dólares cada una, para sumarse a las
40 que fueron adquiridas el sexenio pasado; aunque aún está
lejos el objetivo de que la Armada cuente con 120 embarcaciones de este
tipo. Además está el plan para construir dos buques oceánicos,
que tienen un costo de 62 millones de dólares cada uno.
Cuando esta entrevista se realizó aún no
se conocía oficialmente la aprobación por el Senado de la
Ley Orgánica de la Armada, en la que establece que se requiere la
autorización de esa cámara para la salida de efectivos navales
al extranjero, Peyrot plantea que una decisión de este tipo demandará
a la Armada analizar la forma de operar: "no sé si tengamos que
hacer una ley reglamentaria del artículo constitucional para flexibilizar
esa legislación, o puntualizar bajo qué condiciones no se
requiere la autorización del Senado".
Insistió en la necesidad de que la Armada participe
en maniobras en el extranjero con fuerzas navales de otros países
-como ocurrió con las Unitas 2002-. "La fuerza naval está
bajo entrenamiento permanente y las maniobras internacionales son operaciones
militares, no operaciones bélicas. Para nosotros esto es entrenamiento.
Si no nos entrenamos y no nos ponemos al día con lo que el mundo
genera, estaremos viviendo tiempos diferentes a la realidad y no sabremos
qué tan buenos o qué tan malos somos", argumenta.
Proyectos de construcción
-¿Cuáles son los proyectos de construcción
de embarcaciones que desarrolla la Armada?
-Entre las cosas más importantes que hemos desarrollado
en esta etapa de modernización destaca la adquisición de
un buque de desembarco anfibio, que puede convertirse en un buque multipropósito
al que podemos incrementar sus capacidades para que tenga capacidad de
respuesta en casos de desastres. Tiene una capacidad de carga de más
de 2 mil toneladas, una capacidad hospitalaria bastante grande, con quirófanos,
capacidad de producción de agua potable de más de 100 mil
litros al día. También puede ser una patrulla marítima
de profundidad, ya que tiene capacidad para transportar un helicóptero
ruso MI-17 para 24 pasajeros.
Peyrot destaca también el "excelente mantenimiento"
que reciben los aviones y helicópteros marinos, lo que permitió
que los ocho aviones Casa españoles (adquiridos hace 20 años),
11 helicópteros Bolkov que están a bordo de los buques y
el resto de la flota continúen en operación, por lo que valdría
la pena invertir en su servicio más que en adquirir nuevas naves.
Igualmente, añade, "acabamos de adquirir la cuarta fragata Knox,
que está en proceso de activación en el puerto de Manzanillo,
para su-mar cuatro. Se han modernizado sus sensores, su electrónica,
su armamento y su artillería.
"También tenemos seis buques patrullas en servicio
-construidos en astilleros de la Armada- están dos por salir, para
sumar ocho. Estos nuevos buques tienen una velocidad máxima de persecución
de 20 nudos y una velocidad de patrullaje de 13 nudos; una potencia en
sus máquinas de 12 mil caballos y un desplazamiento de más
de mil 600 toneladas, lo que les permite tener una autonomía de
30 días en el mar.
"Otro proyecto muy interesante son las interceptoras,
le compramos 40 a Suecia. Tenemos la necesidad de hacer nuestras propias
embarcaciones. Es por eso que se diseñó una interceptora
totalmente mexicana en la Dirección de Construcciones Navales. Es
una nave que tiene prestaciones tan excelentes como las extranjeras".
Las naves mexicanas alcanzan velocidad de más de
40 nudos, autonomía de 400 millas y tienen capacidad para 18 infantes
de marina y tres tripulantes. Además están equipadas con
armamento automatizado que puede ser intercambiado por ametralladoras y
lanzagranadas.
-Con todo lo que me acaba de explicar, ¿qué
tanto se incrementa la capacidad de la Armada en sus operaciones?
-Ya tenemos buques muy viejos, con muchas carencias y
con un mantenimiento muy costoso; prácticamente ya cumplieron su
tiempo de vida. Estos buques los queremos ir separando del servicio poco
a poco. Hay ocho buques nuevos que ojalá el año próximo
los podamos ya tener en el agua, y los cuatro Holzinger que construimos
en los años noventa y los seis más que construimos en los
años ochenta nos hacen el total de 18 buques con plataforma de helicópteros
y con lancha interceptora a bordo (más pequeñas que las suecas).
"Se busca que en 2003 se actualice la flota, pero además
para hacerlos más eficientes se implementarán dobles rotaciones,
que el buque siempre esté en la mar y que la dotación, cuando
cumpla su periodo de tiempo en la operación, sea sustituida por
otra tripulación fresca, desde el comandante hasta el último
marinero.
"Entonces vamos a exprimir la utilización de estos
buques para poder suplir todos los otros que vamos a sacar del servicio,
esa es la táctica que estamos empleando, esa es la que queremos
desarrollar."
-¿Y la capacidad operativa?
-Lógicamente se va a incrementar, porque tenemos
mejores sensores y mejor capacidad de respuesta. Además estamos
por terminar la adquisición de tres aviones de detección
aérea de profundidad E2C, que compramos a Israel a un precio muy
conveniente, lo que nos permitirá ampliar nuestras plataformas de
detección.
"Destaca la incorporación de una pista en la isla
Socorro en la que puedan aterrizar aviones día y noche, con lo que
vamos a tener el equivalente a un portaviones a 700 kilómetros de
la costa."
-Para que estos proyectos cristalicen se requiere dinero,
presupuesto.
-Esos no son temas que estén en mis manos. No diría
nada sobre lo que es el presupuesto, porque le corresponde a la Presidencia,
a Hacienda y al Congreso. La verdad que no tendría ningún
punto que comentar. Tenemos la segunda fase de modernización, que
comprende la construcción de más buques oceánicos
y más interceptoras, ya que necesitamos unas 120 -actualmente hay
40-, además de otros proyectos que se desarrollan en colaboración
con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la UNAM y el IPN
para desarrollar sensores, empleo de satélites, sistemas de comunicación,
electrónica y cañones de tiro, entre otros.