El Ministerio de Exteriores acusa de la medida al anticastrista Otto Reich
Por ahora no habrá represalias de Cuba por la expulsión en EU de cuatro diplomáticos
Prevé La Habana una ofensiva del subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 8 de noviembre. Cuba anunció que no replicará de inmediato a la expulsión de cuatro de sus diplomáticos por Estados Unidos y acusó del episodio al subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Otto Reich, "interesado en avanzar su obcecada agenda personal, en detrimento de los legítimos intereses del pueblo estadunidense".
En una declaración difundida hoy, el Mi-nisterio de Relaciones Exteriores hizo una primera valoración sobre el futuro de sus relaciones con Estados Unidos, tras el triunfo electoral republicano, y advirtió por un lado la ofensiva que se avecina por cuenta de Reich, pero anotó, por otro, su confianza en el avance de sectores de ese país "que de forma creciente abogan por una normalización" de los vínculos bilaterales.
El texto identificó al consejero Francisco González García y al segundo secretario Carlos Augusto Suanes Flexas como los funcionarios de la misión cubana en Naciones Unidas que deben salir de Estados Unidos antes del próximo domingo, acusados de "haberse excedido en su conducta oficial" y dañar a ese país, eufemismo rutinario para aludir a acciones de espionaje.
Ambos se suman a los primeros secretarios Oscar Redondo Toledo y Gustavo Ma-chín Gómez, de la Sección de Intereses en Washington, que recibieron el mismo plazo para salir de Estados Unidos, tras una inculpación similar. La declaración no precisó la ubicación actual de los afectados.
El Departamento de Estado, que anunció ambas medidas el miércoles anterior, señaló que se trataba de consecuencias del descubrimiento de la actividad de Ana Belén Montes, analista de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, condenada el mes pasado a 25 años de cárcel por su confesa colaboración con los servicios cubanos.
La Habana defendió la labor profesional de sus diplomáticos y precisó que las autoridades estadunidenses carecen de "evidencia alguna del más mínimo involucramiento en actividades de inteligencia" de los cuatro. "No son culpables de nada, sino víctimas de una represalia inútil y sin sentido".
En cambio, dijo que dispone de "pruebas suficientes y documentadas de la labor subversiva, injerencista y contrarrevolucionaria" de funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
La declaración subrayó que La Habana mantendrá su ofensiva política entre "todas las personas que en Estados Unidos estén interesadas en sostener un diálogo franco y abierto con Cuba, más allá de diferencias filosóficas o políticas", y que "esta nueva provocación... no podrá impedir la derrota definitiva e inevitable de la política hostil y agresiva" de Washington contra la isla.
En varios tramos el texto aludió al movimiento antibloqueo desarrollado en Estados Unidos, que incluye a legisladores, empresarios y segmentos diversos de la sociedad. El Ministerio de Exteriores hizo notar que Machín era el encargado de atender las re-laciones de negocios entre la isla y empresarios estadunidenses, que este año han cobrado un dinamismo sin precedente.