DESFILADERO
Jaime Avilés
¿Qué debemos esperar del presupuesto?
Proponen un mecanismo para obligar al gobierno de Fox
a reconocer la deuda social que tiene con los pobres
Avanza la reforma siquiátrica pese a la Secretaría
de Salud
UNA DE LAS METAS más ambiciosas del Plan
Puebla-Panamá, que se encuentra congelado en la Secretaría
de Relaciones Exteriores a la espera de días más propicios,
es la construcción de 19 represas en Chiapas. Sí, leyó
usted bien: 19, aunque la cifra podría aumentar a 47. Estas, de
acuerdo con fuentes ligadas al equipo de Florencio Salazar, que diseñó
el proyecto, serían financiadas totalmente por inversionistas privados
y su función no sería otra que exportar energía eléctrica
a Centroamérica.
Hoy día, la Comisión Federal de Electricidad
posee dos grandes centrales hidroeléctricas en Chiapas, una en Chicoasén
y otra en La Angostura, pero como todas las utilidades que ambas generan
van a dar a las arcas de la Secretaría de Hacienda que no les devuelve
un centavo para limpiarlas, están llenas de limo y de arena, y su
capacidad de almacenamiento es cada vez menor.
Los interesados en este fabuloso negocio, que borraría
del mapa incontables comunidades indígenas, confían en que
el Congreso de la Unión aprobará en diciembre la iniciativa
de reforma constitucional de Fox para que, bajo el nuevo formato, como
lo dice claramente el proyecto de ley, los grandes consorcios eléctricos
del mundo puedan usar los recursos naturales del país para producir
energía por sí mismos y venderla en su propio beneficio.
De esto sin duda se hablará, hoy y mañana, en la asamblea
que el Frente Nacional de Resistencia Contra la Privatización de
la Industria Eléctrica celebrará en el auditorio Francisco
Breña Alvírez del SME (Antonio Caso 45, colonia Tabacalera,
DF).
La batalla por los fierros
Mientras
tanto, ha comenzado el debate sobre la forma en que el gobierno distribuirá
el dinero del presupuesto federal durante los próximos 12 meses.
¿No se le antojaría decir algo al respecto? Lástima,
nadie va a pedirle su opinión, a menos que participe en la consulta
sobre prioridades nacionales, que se llevará a cabo los días
19 y 20 de noviembre en todas las plazas públicas del país.
En las mesas donde hablaron, estudiaron y discutieron
los miembros del comité ciudadano que promueve este ejercicio, nació
una idea que es una piedra preciosa en la medida en que está llena
de luz interior. Es como una esmeralda. Vea: mediante de distintos organismos
internacionales, el gobierno federal acepta la enorme deuda financiera
que contrajo con los ricos del mundo. Pero en la Constitución nada
hay que lo obligue a reconocer la deuda social que tiene con los pobres
de México. ¿Por qué? Porque nadie le ha presentado
la factura.
Ricardo García Sáinz, ex titular de la desaparecida
Secretaría de Programación y Presupuesto y experto en la
materia, calculó cuál es el déficit de camas que tienen
el Seguro Social y el ISSSTE para cumplir con los mínimos internacionales
de cobertura; asimismo, definió pautas para elevar la calidad del
sector educativo; consideró frívolo que el gobierno federal
se proponga construir 500 mil viviendas el año entrante cuando se
necesitan muchas más, y por último recomendó que México
suspenda por tres años el capítulo agropecuario del TLCAN,
imponga aranceles de 10 a 30 por ciento a los productos de Estados Unidos
y Canadá y aumente de 35 mil a 85 mil millones de pesos el presupuesto
para el campo, dado el cuadro de devastación que ahí prevalece.
Como estas medidas no serán aplicables mientras
no exista un gobierno que se beneficie de las ideas de García Sáinz,
el comité promotor de la consulta sobre prioridades nacionales demanda
que la Cámara de Diputados ponga un candado para impedir que Fox
recorte a su antojo los presupuestos de educación, salud, alimentación
y vivienda, como lo hizo en 2001 y 2002.
De tal suerte, los diputados lo obligarían a cumplir
con los compromisos derivados de la deuda social del gobierno con los pobres,
aunque Fox no reconozca esa deuda. Una pregunta indiscreta... ¿A
usted le convendría que los diputados aprobaran tal iniciativa?
Si es así, acuda a la consulta nacional sobre prioridades nacionales,
lleve una identificación con fotografía, la que sea, y vote
por el sí en las preguntas relativas al presupuesto.
Pero la consulta no se limitará al presupuesto.
¿No le parecería bien que el Congreso reformara la Ley sobre
Derechos y Cultura Indígenas, haciendo suyos los acuerdos de San
Andrés para avanzar hacia la paz en Chiapas? Si la respuesta es
afirmativa, dígalo en la consulta. ¿Está de acuerdo
en que privaticen la industria eléctrica? Si la respuesta es negativa,
dígalo en la consulta. ¿No le encantaría que los mexicanos
que se fueron a Estados Unidos porque se morían de hambre aquí,
ahora puedan votar desde allá para elegir a las autoridades de su
tierra? ¿No sería maravilloso que se agregara a la Constitución
la figura del plebiscito para que asuntos prioritarios como éstos
pudieran ser decididos por el pueblo que es usted? Busque la página
www.consultadeprioridades.org, lea los materiales de acompañamiento,
vote desde la incomodidad de un café de Internet si así lo
prefiere, o descubra cómo sumarse atendiendo una mesa receptora
en el parque o mercado o calle más cercana a su domicilio.
Uno de los propósitos de este ejercicio es poner
de acuerdo al mayor número de personas inteligentes para que éstas,
con su voluntad de hacer algo por ellas mismas, alienten a los diputados
a plantarse delante del Poder Ejecutivo y le digan: esta es la deuda social
que tienes con los pobres, te exigimos que la cubras...
Crisis y cambios en Michoacán
Como integrante del comité promotor de la multicitada
consulta, voy a Colima y encuentro un estado en miniatura, controlado políticamente
por el PRI y económicamente por el narcotráfico, donde está
a punto de romperse la hegemonía del partido de siempre. Este se
ha dividido en ocho fracciones que compiten entre sí y la más
débil, ironías del destino, es la que apoya el gobernador,
un viejo cacique impresentable.
Como cronista del lago de Pátzcuaro, voy a Janitzio
porque el tiempo cumple 25 años desde que un exceso de devoción
popular colocó tantas velas junto a la imagen del milagrosísimo
señor san Jerónimo, patrono de la isla, que terminó
por chamuscarlo, después de lo cual, para hacerse perdonar por la
divinidad, sus fieles dieron a sus carbonizados restos cristiana sepultura.
No corro con suerte. En las tinieblas de la media noche
del primero de noviembre, el cementerio está repleto de familias
purépechas sentadas sobre las tumbas, y turistas que tratan de no
pisarlas, pero no veo por ningún lado la tumba del santo. Horas
transcurrirán antes de saber que el mausoleo -en su tiempo era el
único sepulcro de cemento y varilla de acero-, fue enterrado hace
tres años en el risco bajo el cual duermen los difuntos.
Pero más allá de Janitzio hay problemas
en el flamante gobierno de Lázaro Cárdenas Batel: los maestros
priístas del SNTE, que son el esqueleto del movimiento social michoacano,
chocaron con la titular de Desarrollo Social, Alejandra Barrales, aquella
existosa dirigente del sindicato de sobrecargos que le ganó una
huelga a Aeroméxico. Por tanto, la inexperta funcionaria renuncia
y los profesores efectúan elecciones internas y acaban dándose
hasta con la canasta de las corundas. En busca de una salida a la crisis,
el nieto del último héroe de la Revolución Mexicana
sustituye a Barrales por la maestra Graciela Andrade y designa como subsecretario
de ésta al doctor Julio Moguel, para que ambos restablezcan los
equilibrios, una tarea que los hará sudar tinta.
La mafia de Guido Belsasso
Como simpatizante de la Red para la Reforma Siquiátrica
de México, voy a Pachuca a visitar las instalaciones del Modelo
Hidalgo, que parece un hotel del Seguro Social en medio de un llano húmedo
y helado. Los pacientes viven en casitas de cuatro recámaras donde
cada pieza tiene tres camas y un baño propio. Están bien
abrigados, tres veces al día los aguarda una mesa limpia con mantel,
cubiertos y platos, y cuando regresan de trabajar en los cercanos talleres
donde se ganan la vida, los recibe un televisor a colores y en todo momento
los vigila una enfermera.
Antes vivían como judíos de la época
de Hitler en el manicomio Fernando Ocaranza, que el 2 de noviembre de 2000
fue clausurado por el gobernador Manuel Angel Núñez Soto.
Aquella mañana, drogados con fármacos embrutecedores, alimentados
a granel como puercos, lavados con detergente a manguerazos de agua fría,
vestidos con piltrafas, torturados con electrochoques, habituados a los
peores abusos desde siempre, fueron sacados del infierno y llevados de
la mano a las casitas del Modelo Hidalgo.
Ahí les cambiaron las medicinas y comenzaron a
tratarlos como seres humanos. Les dijeron: ¿no les gustaría
bañarse con agua caliente, lavarse con jabón, no con fab,
secarse con toallas no con papel periódico, vestirse con ropa limpia
y calientita, no con andrajos vomitados, y comer en una mesa y dormir en
una cama y vaciar las tripas en un baño y caminar con pantuflas
y sentirse, otra vez, personas?
La reforma siquiátrica es también parte
de la deuda social del gobierno con los pobres de México. Hay todavía
5 mil indigentes prisioneros en condiciones absolutamente inhumanas dentro
de los 28 campos de concentración nazis (léase hospitales
siquiátricos) de la Secretaría de Salud. Su verdugo es el
doctor Guido Belsasso, quien administra un presupuesto de 500 millones
de pesos al año para mantenerlos en el mayor estado de sufrimiento
imaginable, sin justificar en qué se gasta un dinero con el cual,
es obvio, no compra jabón, platos, cubiertos, colchones, papel de
baño, ropa, nada.
Pero el Modelo Hidalgo, base de la reforma siquiátrica
que algún día triunfará, empieza a multiplicarse en
Tamaulipas, Jalisco y el estado de México, si bien lo más
importante aún parece imposible: que Fox comprenda la necesidad
de aplicarlo institucionalmente en todo el país, pues mientras no
lo haga seguirá protegiendo a la mafia de Belsasso, que se enriquece
a costa de los más inofensivos que son, a la vez, los más
indefensos.