Denuncia la oposición maniobra oficial para impedir el referéndum contra Chávez

Crisis en el Consejo Nacional Electoral de Venezuela al renunciar su presidente

"Un hecho", la mesa de diálogo con disidentes para buscar una solución, dice embajador

AFP, DPA Y PL

Caracas, 6 de noviembre. El Consejo Nacional Electoral (CNE) entró este miércoles en crisis ante la renuncia irrevocable de su presidente, Roberto Ruiz, y ante una solicitud del gobernante venezolano Hugo Chávez para que el Tribunal Supremo de Justicia declare "inconstitucional" a la directiva del organismo que vigila los comicios.

La procuradora general de Venezuela, Marisol Plaza, confirmó la solicitud del mandatario, que, de aceptarse, implicaría que el CNE quedaría acéfalo y ello supondría la suspensión del proceso de solicitud de referéndum hecho por la oposición.

La oposición reaccionó con virulencia al considerar que con esto el gobierno busca impedir la realización del referéndum sobre su permanencia en el poder, debido a lo cual amenazó nuevamente con llamar a una huelga general por tiempo indefinido, mientras el líder sindical Carlos Ortega instaba a las fuerzas armadas a apoyar la medida de fuerza.

Previamente, el embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Jorge Valero, manifestó su confianza en que la mesa de diálogo entre el gobierno y la oposición política, para hallar una salida a la crisis política, es "un hecho", y dijo que incluso podría quedar instalada este viernes.

El secretario general de la OEA, César Gaviria, que llevó a cabo discretas reuniones con las cúpulas empresariales de Fedecámaras y la sindical de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, dos de los principales sectores que empujan la caída de Chávez, prefirió guardar silencio sobre la nueva situación política en el país.

Tanto esos dirigentes como los de Coordinadora Opositora acusaron a Chávez de instrumentar una "burda maniobra" para retrasar el referéndum, y lo responsabilizaron de la huelga que proyectan para el 4 de diciembre, según el plazo que han dado.

El mismo día que los opositores presentaron ante el CNE 2 millones de firmas para una consulta popular contra Chávez, el presidente solicitó al Tribunal Supremo de Justicia que se pronunciara sobre violaciones a la Constitución ante la permanencia en sus cargos de los directivos del órgano electoral, a pesar de ser una directiva renunciante y de poca credibilidad.

La actual dirección del CNE, designada el 2 de abril de 2000 con carácter transitorio y para ocuparse de los procesos electorales que se avecinaban, funcionaría mientras se aprobaba la nueva ley electoral y se designaba una mesa directiva definitiva. Tal ley ya fue aprobada en el Congreso, pero el gobierno no le ha dado su aval final.

Pero la entrega de firmas al CNE sacó a flote las diferencias en el organismo de cinco miembros, entre los cuales algunos son acusados de ser afines a la oposición.

Así, el vicepresidente, Rómulo Lares, y el directivo Alfredo Avella pidieron calma, y dijeron que los trabajos continuarán y que el referéndum podría tramitarse.

La crisis del órgano electoral podría persistir en los próximos días al mantenerse acéfalo, pero el problema de fondo sigue siendo la diferencia de interpretación, ya que la oposición considera que puede haber un referéndum revocatorio del mandatario cuando así se solicite y con un mínimo de firmas, y el gobierno sostiene que sólo es posible a mitad de su mandato, y que eso ocurrirá hasta la segunda mitad de 2003.