Propone a sus funcionarios una ''agenda de buena administración'' en seis frentes

Se compromete Fox a que su gobierno no será botín político ni cobijo de impunidad

JUAN MANUEL VENEGAS

Este gobierno ''no es más ni menos de lo mismo, simple y sencillamente es diferente"; tampoco es, subrayó el presidente Vicente Fox Quesada, ''botín político ni cobija de impunidad''.

El mandatario hizo ayer una rápida evaluación de sus dos años de gestión; se deslindó de los regímenes del pasado y definió y expuso una ''agenda de buen gobierno en seis frentes''. Todo ello en el contexto de su participación en el segundo Foro de Innovación y Calidad en la Administración Pública, al que asistieron funcionarios del gobierno federal para escuchar el discurso que presuntamente marcará el rumbo de la administración foxista en los próximos meses: ''juntos estamos logrando el cambio''.

Fox exhortó en el mensaje dirigido a sus colaboradores: ''quienes estamos en el gobierno en esta época de cambio desempeñamos un papel crucial en la consolidación de un México diferente, un México digno, un México a la altura de los anhelos de todas y todos los mexicanos. Nuestras tareas son fundamentales para afianzar la gobernabilidad democrática y el desarrollo económico con rostro humano''.

Señaló que su objetivo es avanzar hacia una sociedad ''justa, moderna y próspera'', con la finalidad de satisfacer "las demandas y resolver los problemas de la población y poderle dar un nuevo impulso a este maravilloso país".

No obstante, advirtió que él está consciente de que se trata de ''una transformación difícil y compleja'', porque en el camino ''se tienen que superar rezagos acumulados por décadas, porque debemos enmendar y remendar; porque debemos construir y avanzar, y porque debemos eliminar prácticas de corrupción muy arraigadas''.

A pesar de ello, pidió a los funcionarios públicos federales ''sentirse orgullosos y satisfechos'' por trabajar en ''un gobierno que no es más ni menos de lo mismo, sino un gobierno que simple y sencillamente es diferente''.

Según Fox, su gestión es distinta, porque ha colocado a las personas en el centro de las decisiones y ''porque ha hecho un paradigma de la transparencia, la honradez y la austeridad, además de que estamos innovando sobre la base de la excelencia, la competitividad y la rendición de cuentas''.

Insistió en que desde hace dos años en México ''se ejerce el poder sin prepotencia y con un verdadero ánimo de servir''.

Seis caminos para llegar a un buen gobierno

En el Auditorio Nacional, como ocurrió el año pasado, reunidos los funcionarios de la administración pública federal, escucharon el nuevo mensaje del presidente Fox sobre "el gobierno del cambio", marcado ahora el momento por la próxima contienda electoral.

Ahí Fox expuso los "seis frentes" que tiene definidos para impulsar una agenda de buen gobierno.

El primero tiene que ver con ''hacer más con menos y proveer mejores servicios con menores recursos''. Con esta premisa, dijo, en dos años se han ahorrado 7 mil 500 millones de pesos en la eliminación de gastos administrativos innecesarios.

El segundo frente lo constituye ''nuestro firme compromiso con la calidad en el servicio'', añadió el mandatario, para enseguida señalar que al cierre de este año más de 860 oficinas públicas contarán con el certificado de calidad ISO-9000.

La profesionalización del sector público, apuntó Fox, es el tercer frente, que conducirá no sólo a un gobierno de calidad, sino de alta productividad y eficacia.

Hay un cuarto camino marcado por Fox y es la consolidación de ''un gobierno digital'', que significa el aprovechamiento de todas las tecnologías de la información para reducir la corrupción y transparentar la función pública.

El quinto frente en el esquema del mandatario es ser ''un gobierno desregulado" que elimine trabas y obstáculos en la atención a la ciudadanía.

Finalmente, explicó que el sexto frente ''está definido en lo que es la principal característica de esta gestión: la honestidad y la lucha, como nunca antes se había dado, contra la corrupción y el favoritismo".

Con todo esto, el jefe del Ejecutivo federal dijo estar convencido de que en México terminarán el autoritarismo, las visiones patrimonialistas, y de que el gobierno dejará de ser visto como un botín político o cobija de la impunidad.