Está en riesgo la soberanía de países, alerta el también asesor de la Comunidad Europea

Impuso Bush "un estado de excepción global", afirma el especialista Sartorious

KARINA AVILES

El especialista español Nicolás Sartorious, asesor de la Comunidad Europea en temas de la zona y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, afirmó que hoy, a escala mundial, "vivimos un estado de excepción global decidido" por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quien en su país puede practicar la democracia pero hacia fuera ejerce la dictadura.

Sartorious vino a México a participar en el foro Los grandes problemas nacionales, organizado por la Fundación para la Democracia, Alternativa y Debate, y por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Durante una conferencia magistral, el experto destacó que actualmente "estamos ante una seria amenaza, pero no del fin de las ideologías sino de las soberanías, si no reaccionamos todos a tiempo". Manifestó que hay un solo sujeto político global que se llama Estados Unidos, que intenta imponer un pensamiento único materializado en el consenso a Washington, el cual promueve la liberalización de las economías, la desregulación, la privatización y el adelgazamiento del Estado.

Dichas políticas, que eliminan todas las trabas al dominio del capital a escala global, han sido impuestas por gobiernos de derecha en algunos países europeos, como España, y de América Latina, manifestó.

Sin embargo, agregó, de manera contradictoria esta libertad del capital no promueve la libertad del movimiento de las personas, como sucede con los indocumentados que mueren al tratar de llegar a tierras españolas por el Estrecho de Gibraltar.

Nicolás Sartorious se refirió al documento estadunidense La estrategia de la seguridad nacional, del cual, dijo, se deriva la siguiente conclusión: "Las soberanías de los pueblos están en grave peligro" por el pretexto de la guerra contra el terrorismo encabezada por la administración Bush.

En dicho documento, añadió, se asienta la teoría de la guerra preventiva, consistente en que Estados Unidos puede atacar al pueblo que quiera y cuando lo desee. Incluso establece que es posible forzar a estados a hacer lo que la administración estadunidense cree que "es justo". Para rematar, afirma que Estados Unidos jamás aceptará que ninguna otra nación iguale su poderío militar, situación que nunca se había presentado, enfatizó.

"Está en juego el futuro"

De manera que si se impone el unilateralismo de George W. Bush, "uno se juega el futuro". El especialista explicó que "una democracia puede ser hacia adentro, pero hacia fuera puede ser una dictadura".

Hoy, Estados Unidos empieza a convertirse en una fuerza imperial que niega los criterios democráticos hacia fuera, situación muy peligrosa porque se acaban recortando hasta los derechos de los propios; en este caso, de los estadunidenses.

Al comparar a George W. Bush con el papa Gregorio VII, quien podía deponer reyes y emperadores, afirmó que "hoy, a escala mundial, vivimos un estado de excepción global decidido" por el presidente estadunidense.

Sartorious habló sobre el peligro que representa el hecho de tener un solo sujeto político global. Las empresas multinacionales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, dijo, son sujetos económicos globales, pero Estados Unidos es el único sujeto político que intenta imponer un pensamiento único.

La política de libertad de capital pretende desmantelar el Estado de bienestar mediante el incremento de impuestos indirectos, del déficit cero, que impide que el Estado pueda hacer inversiones importantes, de la desregulación laboral y de la privatización de sectores estratégicos, agregó.

Frente a ello, dijo, es necesario construir otro consenso. Explicó que en Europa se vive una "batalla" entre la derecha y la izquierda, porque se enfrentan dos concepciones. La de la derecha conservadora, que busca mantener el poder del Estado-nación y crear una zona de libre mercado, y la de la izquierda reformada, que promueve crear un poder democrático europeo capaz de equilibrar el de Estados Unidos, además de que busca la autonomía frente a esa nación, un Estado de bienestar europeo y, por lo tanto, un nuevo equilibrio mundial.

El problema es qué dirección se da a la globalización y "si vamos a permitir que el neoliberalismo imponga su versión. Es necesario hacer frente a la posición unilateral de la administración de George W. Bush", finalizó.