Investigador de la UAM alerta sobre el aumento de muertes de menores camino al norte

Urge un pacto migratorio con EU que incluya a niños

CAROLINA GOMEZ MENA

Pese a que no hay indicios de que se concrete un pacto migratorio con Estados Unidos, investigadores del fenómeno consideran que es prioritario que se negocie pronto un acuerdo integral, en el que no sólo esté contemplado el aspecto laboral, si no el tratamiento de "todos los tipos de migración, incluida la infantil".

Esto porque casi 15 por ciento de los nacionales que emigran hacia el vecino país son adolescentes, y se calcula que 6 por ciento de los adultos lleva en su travesía hacia el norte a menores de 12 años. A causa del paulatino incremento de la migración infantil y de las cada vez más adversas condiciones que deben enfrentar los que deciden cruzar hacia Estados Unidos, ahora son más frecuentes las muertes de infantes. Mientras en 1999 del total de fallecidos 4.5 por ciento eran menores, en 2001 representaron 6.7 por ciento, sostuvo Gustavo López Castro, catedrático del Centro de Estudios Rurales de El Colegio de Michoacán (Colmich) al presentar su investigación La migración de menores en México y América Central: conocimiento y recomendaciones.

Al participar en el ciclo de conferencias Nuevas perspectivas de migración y asuntos indígenas, organizado por la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la Unión de Juristas de México y el Instituto Nacional Indigenista (INI), entre otros, el profesor-investigador resaltó que primero, para dar respuesta adecuada a la problemática, se debe contar con un diagnóstico nacional confiable de los menores que son repatriados o deportados a México. Estimaciones del DIF indican que entre 1997 y 2000 se repatriaron 52 mil niños y que entre 1994 y 2001, tan sólo por la garita de Mexicali se habrían deportado poco más de 20 mil.

En su opinión, aunque hay esfuerzos en esta materia, al parecer sólo se quedan en eso. "La información recabada se supone debería alimentar vía Internet una base de datos llamada Sistema Unico de Información sobre Menores Migrantes y Repatriados. En octubre de 2001 la base de datos (del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, DIF) estaba en proceso de revisión y auditoria informática, pues no había arrojado resultados satisfactorios; en mayo de 2002 continuaba igual", expone en su estudio de campo.

En entrevista posterior, el investigador consideró que los principales motivos por los que no funciona el sistema de información es por falta de coordinación y, a veces, de disposición de algunos empleados del DIF en la frontera.

"Cuando acompañé a menores de la garita al albergue, sencillamente vi que no metían los datos a la base porque no funcionaba Internet, porque el sistema estaba caído, y en algunos casos porque simplemente no quisieron hacerlo", relató.

Al asentar que en su más reciente visita al DIF (que cuenta con albergues en la zona fronteriza para atender y trasladar a los menores migrantes a sus lugares de origen) el investigador fue enterado de que ya habían auditado la base de datos y que pronto iba a estar en funciones un sistema mejorado. Refirió que la "falta de recursos" y los "celos" trabajan en contra de que se dé mejor atención a los infantes.

"En breve trabajo de campo pudimos observar celos y enfrentamientos entre los diferentes niveles del DIF, es decir, problemas de coordinación entre el DIF municipal y el estatal , así como la transmisión a las oficinas centrales. En particular en Mexicali, al parecer no hay buena coordinación entre el DIF municipal y el estatal y los albergues de la sociedad civil."

Por su parte, Rosaura Galeana, de la Unión de Juristas de México y encargada de la Comisión Niñez y Juventud, Proyecto Trabajo Infantil en Mexicali, fustigó algunas políticas de atención, especialmente para los niños migrantes y jornaleros indígenas, porque -dijo- éstos no hacen distinción respecto a que la percepción que tienen de sí mismos y de su cultura, los menores, depende de si abandonaron con sus padres la comunidad originaria, a si nacieron en el camino, o bien en el lugar de arribo.

Agregó que de 3.5 millones de jornaleros, 60 por ciento son indígenas, y que de ellos un millón 200 mil son infantes. En el campo de Mexicali "por cada tres adultos hay un niño, mientras que en San Quintín la relación es de cinco adultos por un menor", resaltó.

Sobre el fallecimiento de infantes, López Castro advirtió que las muertes continuarán en ascenso, mientras "no sean modificadas las condiciones de cruce y las operaciones policiacas que buscan hacerlo más peligroso, con la idea errónea de que eso va a desincentivar la migración indocumentada". Añadió que, según cifras consulares, de 1999 a 2000 el porcentaje de muertes de niños se incrementó en 0.8 por ciento, y de 2000 a 2001, en 1.4 por ciento, al pasar de 5.3 por ciento a 6.7 por ciento.