Critica la OEA a los golpistas; quebrantan la lealtad constitucional: Gaviria

Alerta militar en Venezuela tras el llamado de 14 oficiales a desconocer a Hugo Chávez

Detienen a dos hombres armados vinculados a una conspiración para matar al presidente

DPA, AFP, PL Y REUTERS

Caracas, 22 de octubre. El general Raúl Baduel, comandante de la poderosa cuarta división de Maracay, pilar del regreso al poder de Hugo Chávez tras el golpe del 11 de abril pasado, dijo esta noche que tiene instrucciones de "estar alerta" horas después de que 14 generales y almirantes procesados por la asonada se declararon en "rebeldía" e instaron a sus compañeros de armas a desconocer al gobierno constitucional.

Horas después el ministro de Defensa, José Luis Prieto, afirmó en cadena nacional que las fuerzas armadas "declaran apego irreversible a la Constitución".

El pronunciamiento de los 14 altos oficiales, aún activos aunque sin mando efectivo de tropas, se produjo al atardecer en Caracas, y esta noche se manifestaban con centenares de opositores a Chávez en la Plaza Altamira del este de la capital venezolana. No hubo reportes de incidentes.

Desde Washington, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, criticó el llamado de los militares golpistas, al señalar que el mismo "quebranta la lealtad constitucional que los oficiales de las fuerzas armadas deben al presidente de la república".

Además, dijo, contraviene la Carta De-mocrática Interamericana que establece que uno de los "elementos esenciales" de la democracia es "la subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida", y el respeto al estado de derecho de todas las entidades y sectores de la sociedad.

"No tengo ninguna valoración sobre estos compañeros de armas que merecen nuestro respeto; deben actuar los organismos competentes", dijo Baduel al referirse a procedimientos y normas militares, y se declaró constitucionalista.

Indicó que se reunía con su estado mayor para mantenerse a la expectativa tras la or-den de alerta, sin dar mayores precisiones.

El pasado 13 de abril el general Raúl Baduel, entonces comandante de la brigada de paracaidistas de Maracay (80 kilómetros al oeste de Caracas), encabezó el pronunciamiento de jefes militares de guarniciones que restauró en el poder a Chávez a las 47 horas de haber sido removido.

Posteriormente Chávez lo nombró co-mandante de la cuarta división, con los dos componentes de blindados de Maracay y Valencia (cien kilómetros al oeste), la brigada de paracaidistas de Maracay e influencia en la principal base aérea del país, la de Palo Negro de esa ciudad.

Horas antes del pronunciamiento de los militares golpistas, las autoridades informaron de la detención de dos hombres armados vinculados a una conspiración para asesinar al presidente, por lo que se les trasladó al Tribunal Supremo de Justicia para su investigación y eventual enjuiciamiento.

Los detenidos, identificados como Eduardo Campusano y Argimiro Fernández, portaban armas de fuego y se encontraban entre los manifestantes que apoyaban al gobierno al celebrar el "fracaso" del paro general de sindicatos y empresarios.

Fernández, trascendió, tendría lazos lazos con la opositora alcaldía de Chacao, ante cuyo jefe policial se comunicó.

Los oficiales disidentes, que encabezaron el efímero golpe de abril, emitieron una proclama leída ante la televisora Globovisión por el general Enrique Medina Gómez, en el que llaman a civiles y militares a desconocer al gobierno de Chávez por considerarlo "ilegítimo y autoritario", citando el artículo 350 de la Constitución venezolana.

Según el texto, emitido tras el paro opositor que el gobierno calificó de "fracaso", se "exige la renuncia inmediata del presidente de la república y la relegitimación de los poderes públicos". Además, convocaron a la tropa a concentrarse en la plaza de Altamira, donde suelen manifestarse los opositores, que definieron como "territorio liberado de la fuerza armada institucional".

"Nos declaramos en desobediencia legítima y desconocemos al régimen actual. Llamamos a todos los integrantes de nuestra fuerza armada nacional a que nos acompañen en esta misión", afirma la declaración.

Por la noche, un capitán de la Guardia Nacional, Leonardo Carrero, se sumó a los 14 rebeldes al presentarse uniformado en la plaza para saludarlos militarmente, siempre bajo la transmisión de Globovisión.

El vicepresidente, José Vicente Rangel, restó importancia al pronunciamiento, y señaló que las autoridades saben que se trata de los mismos militares de la asonada pasada, quienes han sido "profundamente repudiados en las fuerzas armadas".

"Nosotros hemos hechos contacto con todas las guarniciones del país. Todos los componentes, armada, fuerza aérea, ejército y Guardia Nacional rechazan la actitud de esos militares, que realmente están violando las instituciones militares y la Constitución de la República", acotó.

Pero, dijo, se procederá legalmente de acuerdo con el Ministerio Público, la Fiscalía General y la justicia militar.

Aseguró que el país se encuentra en calma y que al llamado que esos oficiales hicieron acuden los grupos de opositores que suelen reunirse en la plaza Altamira, pero subrayó que el gobierno permite el derecho de manifestación por lo que no habrá represión, como no la ha habido antes.

El jefe del comando regional número dos de la Guardia Nacional, general Luis Felipe Acosta Carlés, acusó de falta de ética a los generales golpistas de abril, y consideró que lo que hicieron fue un acto inmoral violatorio de la Constitución, cuyos parámetros deben respetar las fuerzas armadas.

Responsable de las guarniciones de los estados de Carabobo, Aragua, Cojedes y Guárico, el general Acosta rechazó los continuos llamados a la desobediencia que suelen hacer estos oficiales a través de los medios de información.

Pero, dijo, "nadie los oye ni los lee, pues todo forma parte del antagonismo que quieren crear, pero no van a lograr su objetivo de poner a la fuerza armada contra la Constitución" venezolana.

Acosta puntualizó que los generales involucrados en el golpe perdieron su autoridad y liderazgo en el seno de la institución ar-mada. Del mismo modo, expresó su desacuerdo con el fallo del Tribunal Supremo de Justicia que los absolvió.

También el presidente del Congreso, Wi-lliam Lara, y otros legisladores criticaron el llamado de los militares disidentes, al señalar que "este pronunciamiento no tiene ningún eco en la fuerza armada nacional".