Negocia Washington en Naciones Unidas una resolución
que satisfaga a Francia
La fuerza, último recurso para resolver conflictos
como el de Irak: Chirac
Rechaza Bagdad nuevo texto en el Consejo de Seguridad
sobre los inspectores de armas de la ONU
Escándalo político en España: renuncia
diplomático luego de acusar a Aznar de pro estadunidense
REUTERS, PL Y AFP
Beirut, 18 de octubre. El presidente de Francia,
Jacques Chirac, insistió hoy en que la fuerza debería ser
el "último recurso" para resolver conflictos internacionales como
la crisis con Irak y sostuvo que el mundo debe resistir "las tentaciones
de aventuras", al hablar en la apertura de la novena cumbre francófona
que tiene lugar en el Líbano.
Pero Estados Unidos reiteró que se reserva el derecho
a actuar unilateralmente, y que no descarta una segunda resolución
del Consejo de Seguridad dándole la oportunidad para que los inspectores
de desarme de la Organización de Naciones Unidas (ONU) realicen
su trabajo en el país árabe.
Londres aseguró que junto con Washington podría
lanzar un ataque contra Bagdad aun sin autorización de la ONU, en
caso de que el organismo "no asuma sus responsabilidades".
Chirac, por su parte, dijo que "en el mundo moderno el
uso de la fuerza debería ser sólo el último recurso.
Debería permitirse en el caso de legítima defensa o mediante
una decisión de las autoridades internacionales legítimas".
"Ya estemos hablando de hacer que Irak cumpla sus obligaciones,
de relanzar el proceso de paz entre israelíes y palestinos o de
resolver los conflictos en Africa, tiene que inspirarnos a todos la misma
lógica de legitimidad, porque sólo esto nos preservará
contra las tentaciones de aventuras", indicó.
Los comentarios de Chirac se producen con el telón
de fondo de los esfuerzos de Washington por conseguir el respaldo de la
ONU para una nueva resolución sobre el desarme iraquí, que
permitiría un ataque inmediato si Bagdad impide a los inspectores
realizar su trabajo.
A la cumbre francófona, que se celebra por primera
vez en un país árabe, asisten responsables de 56 naciones
y regiones, que representan a más de la cuarta parte de los estados
miembros de la ONU.
Todos coludos o todos rabones
El
presidente de Líbano, Emile La-houd, condenó cualquier ataque
contra Irak en el discurso de apertura del encuentro, y señaló
que los dos argumentos esgrimidos para respaldar esa acción, la
violación por parte de Bagdad de las resoluciones de la ONU y su
producción de armas de destrucción masiva, no serán
convincentes mientras Is-rael, "que tiene armas nucleares, si-ga ignorando
un gran número de resoluciones del organismo mundial adoptadas desde
1948 (cuando se creó ese Estado)", indicó.
El presidente libanés también acusó
a Tel Aviv de "explotar" el desorden mundial desde los ataques del 11 de
septiembre del año pasado para "mostrar su represión de la
resistencia palestina como una implementación local de la guerra
global contra el terrorismo".
El secretario general de la Liga Arabe, Amr Moussa, expresó:
"En un tiempo en que suenan tambores de guerra, apoyo las declaraciones
de Chirac por el regreso de los ex-pertos de armas de la ONU a Irak, tan
pronto como sea posible, para resolver la crisis".
Por su parte, Estados Unidos confirmó hoy una flexibilización
de su posición sobre las condiciones para recurrir a la fuerza contra
Irak, en su intento por superar las objeciones francesas y rusas y abrir
camino a la adopción rápida en la ONU de una resolución
sobre el desarme del país árabe.
El Departamento de Estado indicó que no está
opuesto a un procedimiento en dos tiempos: una nue-va resolución
reforzando las condiciones del desarme iraquí; luego, en caso de
no acatamiento, la evaluación del uso de la fuerza por el Consejo
de Seguridad.
"Si Irak se negara a acatar de forma repetida y continua,
pienso que contaríamos con que el Consejo de Seguridad trate el
problema", declaró el vocero Richard Boucher.
Las declaraciones son las más claras hasta ahora
por parte de la Casa Blanca de que no excluye una acción en dos
tiempos antes de atacar, como lo piden Francia y Rusia.
Washington teme que dos resoluciones (sobre las condiciones
del desarme y el uso de la fuerza) constituyan un proceso pesado que debilite
el mensaje de la comunidad internacional hacia Bagdad.
Boucher también subrayó que Washington espera
de la ONU una acción más firme si Bagdad de-muestra "poca
voluntad". Sin em-bargo, Estados Unidos mantiene una opción unilateral
en nombre de su interés nacional en caso de que la ONU no responda,
declaró.
Mientras, el embajador estadunidense en la ONU, John Negroponte,
declaró que su país presentará pronto ante el Consejo
de Seguridad una resolución con requisitos que debe cumplir Saddam
Hussein.
Fuentes diplomáticas aseguraron que los términos
de esa propuesta descartan una acción militar contra Irak sin que
se reúna antes el Consejo de Seguridad.
De su lado, el viceprimer ministro de Irak, Tarek Aziz,
reafirmó que no hay "necesidad de una nueva resolución de
la ONU para organizar el trabajo de los inspectores de desarme" en su país.
"Seguimos los debates y no sabemos en qué van a
terminar", agregó, al responder a una pregunta sobre las negociaciones
en seno de la ONU y la intención de Estados Unidos de presentar
rápidamente al Consejo de Seguridad una nueva resolución
sobre Irak.
"Los inspectores trabajaron en Irak durante siete años
y medio partiendo de reglas definidas entre nosotros, ellos y el secretario
general de la ONU. Fueron ellos quienes violaron esas normas", declaró
Aziz en Bagdad.
Asimismo, el Consejo de Seguridad aparentemente alcanzó
una fórmula de compromiso, pero aún debe aclarar y resolver
varios puntos antes de votar una resolución que autorice el uso
de la fuerza.
Los obstáculos para lograr un consenso entre los
cinco miembros permanentes del consejo (Estados Unidos, Gran Bretaña,
Francia, China y Rusia con poder de veto) son los cambios propuestos respecto
del mandato para el equipo de inspectores de armas que la ONU intenta enviar
a Irak, informaron fuentes diplomáticas.
Estados Unidos y su principal aliado, Gran Bretaña,
discutieron esas modificaciones con Francia, Rusia y China a principios
de mes, pero éstas fueron dejadas de lado mientras que las dos partes
deba-tían el problema más urgente de la autorización
del uso de la fuerza.
Washington parece haber dejado de lado su propuesta de
permitir que cualquier miembro del Consejo de Seguridad pueda participar
en un equipo de inspecciones, lo que fue rechazado por el jefe de inspectores
de la ONU, Hans Blix.
Mientras, el ministro de Relaciones Exteriores británico,
Jack Straw, no excluyó que Washington y Londres ataquen Bagdad sin
una resolución del Consejo de Seguridad, "en caso de que la ONU
no asuma sus responsabilidades".
"Hemos dicho claramente que preferimos una sola resolución,
y que sea global, porque es la vía más segura para lograr
una solución pacífica", declaró a la BBC.
Advertencia rusa a Hussein
En contraste, el canciller ruso, Igor Ivanov, declaró
que el Consejo de Seguridad de la ONU podría tomar medidas contra
Irak que irían "hasta el uso de la fuerza, en caso de que fracase
la misión de los inspectores internacionales".
No obstante, no precisó cuál se-ría
la posición de Moscú en caso de votarse un recurso del uso
de la fuerza, es decir, si se abstendría o votaría a favor
de una medida de estas características, porque "pensamos que las
medidas y métodos políticos y diplomáticos están
lejos de haber sido agotados".
En tanto, España vivió este viernes un caos
político ante la renuncia del encargado de negocios de su embajada
en Bagdad, Fernando Valderrama, quien en un hecho sin precedentes afirmó
que dejaba el cargo por discrepar con la posición de su gobierno
frente a Irak.
Valderrama, de 51 años y único diplomático
de España en Bagdad, alegó que su decisión se debió
a que consideraba demasiado pro estadunidense la política de José
María Aznar en el conflicto de Irak.
La ministra de Exteriores, Ana Palacio, atribuyó
la renuncia a que el diplomático tenía miedo y no resistió
la tensión. Madrid nombró un sustituto, Eduardo de Quesada
Fernández de la Puente.