Llama López Obrador a buscar acuerdos

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, respaldó ayer la posición del secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, ante las demandas de los gobernadores de mantener la estabilidad política del país para evitar que se agrave la crisis económica, porque "no está el horno para bollos".

Si bien el jefe de Gobierno se manifestó en favor de buscar un acuerdo entre los gobernadores y la Federación, no soslayó el "tono y la arrogancia" con la que el secretario se dirigió a los mandatarios.

"No me gusta el modito, como si fuera a dar clases a los gobernadores, pues ellos representan legal y legítimamente sus entidades y tienen facultades y derechos", dijo. Además, advirtió que "nadie está por encima de nadie". Gil Díaz se dirigió a los mandatarios "como si fuese funcionario de una república centralista y no de una Federación".

Hay que ser respetuosos, insistió, de la opinión de los contrarios. Más, si se trata del tema de recursos fiscales y su distribución.

Los gobernadores, dijo, también tienen razón, porque tienen que dar la cara ante las demandas de la gente. "Pero, subrayo, no se debe apostar a la inestabilidad política, porque genera desconfianza y la regla de oro de la economía es la confianza".

Por eso, en su conferencia de prensa matutina, López Obrador se manifestó en favor de un acuerdo entre las partes. "Hay que serenar los ánimos, que todo el mundo le baje", pues se necesita alcanzar una reforma que impulse el federalismo fiscal y que los gobiernos estatales participen de manera más activa en la obtención de recursos para el erario.

"Deben cobrar impuestos para hacer más eficaz la recaudación", aseveró. Pero eso no significa, aclaró, cobrar más ni crear nuevos gravámenes, sino acabar con el sistema centralizado de cobro, que está en manos de un aparato burocrático ineficiente que permite la evasión.

"No estoy de acuerdo con el secretario de Hacienda en la salida fácil de decir: 'Ƒquieren más dinero?, pues cobren más impuestos. Eso no es una solución ni una alternativa, pues si atendemos su lógica, hasta por las ventanas y los perros vamos a cobrar, como en la época de Santa Anna", señaló.

Se trata, expresó, de repartir la responsabilidad en la recaudación para combatir la evasión fiscal. Y para ello los estados deben cobrar sus impuestos, pues de eso dependerá su presupuesto, la posibilidad de desarrollo de las entidades y una independencia económica, como la que, en cierta medida, goza el Distrito Federal. (ELIA BALTAZAR)