Patiño anotó a los 53 segundos
de iniciado el juego y Lipatín marcó en dos ocasiones
Primer triunfo del América en el retorno de
Lapuente; 3-1 a Gallos
Las Aguilas se repusieron de dos caídas consecutivas
Pese al triunfo, los aficionados abuchearon al equipo El gol tempranero
nos desmoralizó, admitió el interino Demetrio Madero
CARLOS HERNANDEZ
Que el partido iba a ser fácil para el América
se vio a los 53 segundos de iniciado. Christian Patiño anotó
cuando los aficionados apenas ingresaban y abrió el camino a una
importante victoria para las Aguilas, que se repusieron de dos derrotas
consecutivas y ganaron 3-1 al débil Querétaro.
Los tres goles amarillos cayeron en el primer tiempo y
en la segunda parte lo único que hubo, además de bostezos
y abucheos, fue un golazo del brasileño Almir de Souza.
Por lo demás, lo recomendable habría sido
que el complemento no se hubiera jugado ante la incapacidad de la visita
y la apatía de local, que a pesar del triunfo salieron abucheados
por los cerca de 20 mil aficionados que asistieron al Azteca.
Marcelo
Lipatín anotó los otros dos goles y de nuevo respondió
al iniciar como titular ante la lesión de Iván Zamorano.
"Un triunfo siempre da tranquilidad para seguir trabajando", expresó
el uruguayo, quien fue relevado por Rodrigo Lara al 77 y el único
en salir entre aplausos.
Y es que en el futbol debería inventarse una regla
similar a la del boxeo: que cuando los púgiles no dan pelea los
bajan del cuadrilátero. Ayer, Aguilas y Gallos Blancos se dedicaron
a pasear la pelota sin mayor convicción, y de plano Manuel Lapuente
terminó jugando con cuatro defensas y dos contenciones para asegurar
un triunfo que nunca estuvo en peligro.
Demetrio Madero, quien debutó como técnico
interino de los Gallos, todavía ni se acomodaba en su banca cuando
cayó el 1-0. Pável Pardo mandó un centro al área
y Marcelo Lipatín intentó controlar, pero le dio un preciso
pase a Patiño, quien sin problemas venció a Pedro Prieto.
Querétaro reaccionó hasta el 24, en disparo
de Josemir Lujambio que Adolfo Ríos controló con problemas.
Tres minutos después los aficionados empezaron con los abucheos
ante el bajo nivel de juego, pero despertaron al 37, en otro gran servicio
de Pardo, ahora a Cuauhtémoc Blanco, quien mandó un centro
a Lipatín; éste controló con el pecho y disparó
de volea.
Prieto logró desviar el balón, pero le llegó
nuevamente al uruguayo, quien remató con la cabeza y logró
el 2-0.
El duelo se definió al 42, en jugada de tres toques.
Patiño avanzó por la izquierda y tocó a Blanco; éste
mandó pase a Lipatín, quien ingresó por el centro,
evadió a Prieto y disparó rasante para el 3-0.
Una de las mejores acciones fue al 40, en un autogol de
Diego Capria, quien en su intento por despejar cabeceó el esférico
al ángulo superior izquierdo de su propia portería. El tanto
fue anulado por fuera de lugar de Lipatín.
La segunda parte empezó con un golazo de Almir
de Souza, quien apenas había ingresado. El brasileño mandó
un tiro potente desde 20 metros fuera del área y se coló
al ángulo superior derecho de Ríos, para el tanto del honor.
Después todas las jugadas se perdieron en simples
intentos y el público despertaba sólo para abuchear de vez
en cuando a los 22 implicados en el tedio.
"Sentí presionados a mis jugadores, quizá
por eso no pudieron concretar en el último tercio del terreno. Estuvieron
muy precipitados, pero eso es mejor que ser pasivos.
"Lo único que teníamos en mente era ganar,
pero no estoy contento porque debimos anotar más goles", expresó
Lapuente, quien aceptó que ahora tendrá más tranquilidad
para trabajar.
Por su parte, Madero indicó que el gol tempranero
"nos bajó la moral", y dijo no saber su futuro en el equipo. Admitió
que la directiva tuvo diálogo con Alberto Guerra, pero éste
declaró a una estación radiofónica que no llegó
a un acuerdo para hacerse cargo del equipo.
América suma 29 puntos, por 30 del superlíder
Toluca, mientras Gallos está en el sótano del grupo cuatro
con 12 unidades y siete derrotas.
Antes del partido hubo un minuto de aplausos en recuerdo
del fallecido padre de Alberto Guamerú García, a quien
sus compañeros le mostraron una manta con la frase "Guame,
estamos contigo". El jugador ingresó en la segunda parte.