Era hijo de ella
Confiesa pareja el asesinato de un niño
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Carlos Ignacio Merlo Espitia, ex trabajador de una empresa de seguridad privada, de la que fue despedido por sus constantes faltas, pensó que la mejor manera de salvar su relación con Candelaria Martínez Fonseca, trabajadora de intendencia con quien vivía en unión libre pese a sus constantes peleas, era deshaciéndose del hijo de ella. Candelaria lo aceptó.
El 23 de septiembre pasado, la Procuraduría de Justicia del estado de México tomó conocimiento del cuerpo de un menor de aproximadamente 4 años de edad, abandonado en un terreno baldío en el centro de Ixtapaluca. Presentaba golpes múltiples que le ocasionaron la muerte, según confirmó el médico forense.
Hasta el pasado martes, en la averiguación previa IXTA/3/2718/02 se daba al menor como desconocido. Ese día, Candelaria y Carlos Ignacio viajaron a la ciudad de México y se presentaron en el Centro de Atención para Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, para reportar la desaparición de su hijo.
Mientras se iniciaba la indagatoria correspondiente, CAPET2/1192/02-01, personal de la institución mostró a la pareja diversas fotos, entre ellas la del menor encontrado en el baldío de Ixtapaluca, que había girado días atrás la procuraduría mexiquense.
Candelaria se puso nerviosa al reconocerlo y delató a Carlos Ignacio: "el lo mató", señaló, por lo que intervino el fiscal Guillermo Zayas González, de Investigación de Homicidios.
En el interrogatorio continuaron las contradicciones: Candelaria había declarado primero que perdieron a su hijo en una estación del Metro; luego aseguró que Carlos Ignacio se llevó al niño de su casa, situada en el fraccionamiento Los Héroes -a dos calles de donde se encontró el cuerpo-, después de una discusión, y que cuando regresó le dijo que había dejado al menor con un conocido en la ciudad de Guadalajara.
El, por su parte, quien ya había estado preso anteriormente en el Reclusorio Oriente por violación en grado de tentativa, reaccionó. "Entre los dos lo matamos", confesó frente al agente del Ministerio Público; incluso reveló que ella antes le había pedido que matara a su ex marido, el padre del menor, porque la molestaba cuando estaba drogado. Ambos filicidas quedaron a disposición de la procuraduría mexiquense.