Australia ofrece recompensa de un mdd a quien ayude a dar con los responsables
Ex militar confiesa haber fabricado la bomba que estalló en una disco en Bali
El clérigo Bashir exige que comprueben sus nexos con el terrorismo o le ofrezcan disculpas
DPA, AFP, PL Y REUTERS
Yakarta, jueves 17 de octubre. Un ex miembro de la fuerza aérea de Indonesia confesó haber sido el fabricante de la bomba que el fin de semana causó cerca de 200 muertos y más de 300 heridos, en una acción llevada a cabo por verdaderos "profesionales", dijeron fuentes policiales, pero la versión no ha sido confirmada oficialmente.
Por lo pronto, Indonesia y Australia anunciaron que estrecharán la cooperación en la investigación de los atentados con bomba, que al parecer provocaron una mayor cantidad de víctimas entre turistas australianos. Al mismo tiempo, Washington confirmó haber advertido a Indonesia sobre "viejas preocupaciones" por posible ataques terroristas en el país asiático de mayoría musulmana.
Un vocero de la policía en Bali, identificado como Suyatmo, habría confirmado reportes del diario The Washington Post en cuanto a que un ex oficial de la fuerza área se entregó a las autoridades y confesó haber sido el fabricante del artefacto que detonó el sábado y lamentaba la gran cantidad de víctimas.
Según los informes, el ex militar es interrogado y no se tienen informes acerca de quién o qué grupo le habría encargado la elaboración del explosivo. Sólo se conoce que el ex oficial, expulsado por mala conducta, sigue bajo interrogatorio. Otros reportes dieron cuenta de la detención de dos indonesios, y que otros cuatro serían arrestados en breve.
A todo esto, el diario The Jakarta Post señaló en su edición de este jueves que un malayo y un yemenita dirigieron a un grupo de siete personas, entre ellas un europeo, que cometieron el atentado con coche bomba del pasado sábado en Bali.
El comando llegó el 10 de octubre a Semarang, en el centro de la isla de Java, según el diario, que cita fuentes de los servicios de información. Otros dos componentes del grupo podrían estar implicados en ataques con explosivos en Filipinas.
Para la policía de Bali y los expertos internacionales encargados de la investigación, los autores de los ataques eran "profesionales" debido a la manera como fueron planeados y ejecutados, utilizando una combinación de C-4 y gas para provocar el máximo de víctimas.
El operativo se realizó en dos etapas: una deflagración provocó pánico y llevó a mucha gente hacia un extremo donde se produjo luego la explosión principal. Además, el C-4 es un explosivo plástico militar, del cual también se hallaron huellas en varios atentados atribuidos a Al Qaeda.
Mientras el gobierno indonesio de la presidenta Megawati Sukarnoputri seguía preparando un "duro" decreto con medidas antiterroristas de emergencia, una fuente estadunidense sostuvo que un ciudadano saudita no identificado proporcionó fondos al grupo indonesio Jemaah Islamiah (JI) para comprar explosivos que podrían haberse utilizado en Bali.
Niegan que haya bases de Al Qaeda
Algunos países asiáticos y el gobierno de Australia han señalado al clérigo musulmán indonesio Abu Bakar Bashir como líder del grupo JI, que según ellos ha planeado actos terroristas en toda la región, pues se le atribuyen vínculos con Al Qaeda. Sin embargo, el gobierno de Indonesia negó que la red cuente con bases en su territorio.
El ministro indonesio de Asuntos Políticos y de Seguridad, Susilo Bambang Yudhoyono, tras entrevistarse con el canciller australiano Alexander Downer, declaró que lo único que reconoce su país es que hay dos indonesios que pertenecen al directorio de JI: el clérigo Bashir, Hambali y Abu Fatih.
El funcionario informó que ya antes se ha sometido a interrogarios a Bashir en Java Central, donde vive, pero que no hay pruebas que lo impliquen en actos terroristas.
Bashir, de 64 años, emplazó al canciller australiano Alexander Downer a que compruebe su presunta conexión con el terrorismo, o bien que emita disculpas públicas. Sostuvo que Downer no debe comportarse con declaraciones bajo la égida de Estados Unidos.
El clérigo, quien dirige la organización Mujahidín Musulmán de Indonesia y que acusó a Washington de estar detrás de los atentados de Bali, afirmó que "JI no existe en Indonesia", y que no fue más que una trama desarrollada por Estados Unidos para crear un supuesto frente de Al Qaeda en el sureste de Asia con la mira de atraer extremistas musulmanes y luego detenerlos.
Bashir presentó en un tribunal de Yakarta una demanda por difamación contra la revista estadunidense Time por haberlo vinculado en septiembre con Al Qaeda.
En este contexto, Australia ofreció un millón de dólares de recompensa por informes para dar con los autores del atentado, mientras Nueva Zelanda anunció que desconoce el paradero de 230 de sus ciudadanos que vacacionaban en Bali.
En tanto, un mensaje atribuido a Al Qaeda, aparecido en Internet, asienta que el atentado contra el petrolero francés Limburg frente a las costas de Yemen "es un mensaje para Francia y los aliados de Washington", y que pagarán un "alto precio". A su vez, Yemen confirmó que la explosión en el citado buque fue una acción terrorista.