Casi 500, encabezados por un coronel, ya están
libres
Rinden declaración más de 100 militares
arrestados en Sinaloa
Habrían sorprendido a soldados que custodiaban
drogas
IRENE SANCHEZ Y JAVIER VALDEZ CORRESPONSALES
Al menos cien integrantes del Ejército empezaron
a rendir declaración en el cuartel de la comandancia de la tercera
Región Militar, con sede en Mazatlán, Sinaloa, donde se encuentran
el octavo juzgado y la prisión castrense, informaron fuentes relacionadas
con la defensa de los inculpados, que solicitaron permanecer anónimas.
Agregaron que se investiga la presunta participación
de los militares en la protección a narcotraficantes y la razón
por la que tenían en su poder bolsas que contendrían cientos
de miles de dólares en efectivo.
Asimismo,
este lunes fueron dejados en libertad en Guamúchil, municipio de
Salvador Alvarado, Sinaloa, donde se ubica el cuartel del 65 Batallón
de Infantería, casi 500 militares, encabezados por el coronel Norberto
Cortés Rodríguez, quien al salir de las instalaciones donde
se encontraban acuartelados desde hace 12 días negó que hayan
estado detenidos todo ese tiempo.
En tanto, la noche del domingo fueron trasladados a la
prisión militar de Mazatlán 10 elementos del 65 Batallón,
y se esperaba que otros 45 llegaran ayer, de los casi cien a quienes se
investiga por presuntamente haber recibido dinero de narcotraficantes.
Las fuentes sostuvieron que el acuartelamiento ocurrió
luego de que integrantes de la Policía Militar de la ciudad de México,
acompañados por agentes de la Policía Federal Preventiva,
sorprendieron a un grupo del 65 Batallón supuestamente custodiando
plantíos de enervantes en la parte alta de la sierra de Badiraguato,
Sinaloa. Esos militares fueron detenidos en el lugar y se les decomisaron
bolsas que, según trascendió, contenían casi un millón
de dólares.
Añadieron que el sábado escaparon del cuartel
de Guamúchil dos militares, uno de ellos el teniente Marco Antonio
Vázquez, lo cual retrasó el traslado de soldados a la prisión
de Mazatlán.
Quejas de la CEDH
El gobierno federal es incongruente con su política
de respeto a los derechos humanos, al no permitir que personal de la Comisión
Estatal en la materia (CEDH) verificara las instalaciones militares en
Guamúchil donde permanecieron acuartelados unos 600 soldados, "incomunicados
y algunos torturados", afirmó el ombudsman sinaloense, Jaime
Cinco Soto.
Este lunes se negó de nuevo al titular de la CEDH
de Sinaloa ingresar al edificio del 65 Batallón de Infantería,
en Guamúchil, a cuyos mandos familiares de soldados de diferentes
rangos señalaron como responsables de la detención masiva.
Parientes de militares aseguraron que se sometió
"a muchos" de ellos a torturas sicológicas y físicas, como
parte de una supuesta indagatoria interna.
Media hora después de que funcionarios de la CEDH
sinaloense llegaron el lunes a las instalaciones militares en Guamúchil,
los recibió en el exterior del edificio el coronel Norberto Cortés
Rodríguez, comandante del 65 Batallón de Infantería,
quien les dijo que el asunto no es competencia de la Comisión Estatal,
sino de la Nacional de Derechos Humanos, a cuyo personal sí permitiría
ingresar.
-¿Todo está conforme a la ley? ¿No
hay maltrato? -le preguntó Rafael Cabrera, visitador general de
la CEDH.
-Definitivamente -replicó el militar.
Cortés Rodríguez dijo estar "en la mejor
disposición" para atender a la CEDH, pero le negó la posibilidad
de ingresar al cuartel. Tampoco respondió a preguntas de los reporteros.
"No hay nada que ocultar", dijo repetidas veces, y para justificar su silencio
afirmó tener instrucciones al respecto de sus mandos inmediatos
de la novena Zona Militar, con sede en Culiacán.
Por otra parte, Denisse Mejía esperó tres
horas para que los militares apostados en el acceso principal al 65 Batallón
de Infantería le dijeran que no iba a poder ver a su marido, el
soldado Erick Velásquez.
Ella es una de las esposas de militares que aparentemente
permanecían dentro del edificio, incomunicados, desde hacía
11 días, pero dijo no haber estado con su cónyuge desde el
19 de septiembre.
Agregó que la última vez que se vieron Erick
le dijo que iría a un operativo de destrucción de
droga en la sierra de Sinaloa de Leyva, que colinda con el municipio de
Badiraguato, muy cerca de Durango. Cuando volvió ya no lo dejaron
salir.
El domingo por la noche Erick habló por teléfono
con Denisse. Le dijo que desconocía por qué los mantenían
en esas condiciones, que no había sido golpeado y que podía
ir a verlo el lunes. Y así fue, pero con resultados negativos.
Investigarían también a general
Al menos tres jefes militares habrían sido detenidos y trasladados al penal de Mazatlán como parte de las investigaciones que realiza la procuraduría castrense sobre presuntos nexos de miembros del 65 Batallón de Infantería, con sede en Guamúchil, Sinaloa, con el narcotráfico, trascendió en fuentes oficiales, pese al hermetismo que imperó en la Secretaría de la Defensa Nacional, donde voceros dijeron que "no hay comentarios oficiales" sobre la detención de entre 500 y 600 militares en el cuartel de Guamúchil, que fueron arrestados hace 12 días.
Los informantes añadieron que de acuerdo con versiones que circularon ayer en círculos castrenses, al menos tres jefes militares -desde un coronel hasta un general brigadier- fueron trasladados a Mazatlán, Sinaloa, para ser investigados.
Asimismo, no descartaron la posibilidad de un eventual traslado a la ciudad de México en caso de que se encuentren elementos que involucren a militares de alto rango en los hechos que se les imputa.
JESUS ARANDA
Indagarán la detención de 600
miembros del Ejército
Acuden a Guamúchil dos visitadores y un perito
médico de la CNDH
VICTOR BALLLINAS
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)
informó que ayer se trasladaron a la ciudad de Guamúchil,
Sinaloa, dos visitadores adjuntos y un perito médico para investigar
la detención de 600 militares; agregó que el ombudsman
de ese estado, Jaime Cinco Soto, pidió la intervención del
órgano nacional.
Añadió que la misión de los visitadores
adscritos a la segunda visitaduría general de la CNDH investigará
la situación denunciada por Cinco Soto respecto a la detención
de 600 militares -entre jefes, oficiales y tropa- que permanecieron incomunicados
en las instalaciones castrenses de la ciudad de Guamúchil, municipio
de Salvador Alvarado, Sinaloa.
Indicó el organismo que los visitadores recabarán
testimonios e información, además de que verificarán
la situación jurídica de los militares retenidos, analizarán
la incomunicación en que han estado y se establecerán diligencia
para conocer los hechos y asegurar el respeto de sus derechos humanos.
En tanto, Antonio Soto, senador del Partido de la Revolución
Democrática, expresó que se debe investigar la situación
de esos centenares de detenidos.
A disposición de civiles
Resaltó que es momento de revisar el marco jurídico
de las fuerzas militares, para que los delitos que se cometan por efectivos
castrenses se pongan a disposición del Ministerio Público
civil, con el objetivo de que los ilícitos que no se cometan en
tareas del Ejército sean juzgados por la justicia civil.
Abundó: "ojalá no haya torturados, pero
en caso de que haya denuncias" al respecto, es necesario "que se investiguen
y que a los responsables se les ponga a disposición de la justicia;
incluso, si hay jefes del Ejército y oficiales coludidos con el
narcotráfico, que se informe a la opinión pública
y se les investigue hasta las últimas consecuencias".