Rayados desaprovechó que los jugadores de Cruz Azul demostraron cansancio
Con un hombre más, Monterrey apenas empató
La anotación de La Máquina fue conseguida por la revelación Juan Carlos Cacho
Monterrey, NL, 12 de octubre. El Monterrey de Daniel Passarella sigue sin funcionar. Esta tarde no aprovechó jugar con superioridad numérica, ni el cansancio de su rival, y apenas empató 1-1 ante Cruz Azul, por lo que los Rayados fueron despedidos con abucheos por el público que llenó el Tecnológico, en un partido de bajo nivel.
Los Cementeros se presentaron con un cuadro de novatos, por suspensiones y el ajetreo por el torneo rumbo a la Prelibertadores, además de que se quedaron con 10 elementos desde el minuto 60, por expulsión de Víctor Gutiérrez. Sin embargo, los regios no tuvieron capacidad ofensiva y debieron que conformarse con el empate.
Monterrey suma 16 puntos, en el penúltimo sitio del grupo Dos, mientras que los celestes llegaron a 15, en el segundo lugar del bloque Tres.
El novato Juan Carlos Cacho sigue respondiendo a la confianza de su técnico, José Luis Trejo, y anotó por tercer partido consecutivo, precisamente los tres de suspensión que acumuló el uruguayo Sebastián Abreu.
El gol de la visita fue apenas al primer minuto, cuando Cacho aprovechó un rechazo de la zaga y de media vuelta mandó un tiro a la izquierda del portero Omar Ortiz.
Los Rayados reaccionaron de inmediato e igualaron al minuto 7, en jugada polémica. Por la banda derecha, Daniel Román mandó un centro al área, donde Antonio De Nigris se levantó sobre la marca de Melvin Brown y venció a Oscar Pérez con un certero testarazo. Pareció que De Nigris se recargó sobre el central cementero, pero Melvin no hizo intento por saltar, en acción que validó el árbitro Gilberto Alcalá.
Después, los equipos tuvieron llegadas en ambas porterías, pero sin trascendencia, hasta que al 39 De Nigris conectó otro cabezazo y el Conejo Pérez mandó a córner. En el cobro de la falta, Guillermo Franco mandó un cabezazo al travesaño.
El segundo tiempo inició con un tiro de Cacho que el Gato Ortiz mandó a tiro de esquina y después vino la expulsión de Gutiérrez, quien acumuló dos tarjetas amarillas.
Entonces, el estratega Trejo realizó cambios para ajustar su defensa y los Cementeros se fortificaron. Monterrey tuvo la pelota y las llegadas, pero también una desesperante ineficacia que aburrió a los aficionados congregados en el inmueble.
A partir de entonces no pasó nada digno de mencionarse y trasel silbatazo final los espectadores despidieron con merecidos silbidos a los Rayados.