Fundado hace 22 años por sindicalistas e intelectuales, el partido "no ha dejado de crecer"
El PT, la gran lucha contra la dictadura: compañera del ex guerrillero Marighela
Por el voto femenino rompimos el prejuicio de que un ex obrero es machista, dice Clara Scharf
STELLA CALLONI ENVIADA
Sao Paulo, 10 de octubre. Clara Scharf, mujer de cabellos blancos que enmarcan un rostro luminoso, es símbolo de la mujer que lucha en Brasil. Esta hija de rusos judíos que se instalaron en Pernambuco, donde se acercaron al hoy dividido Partido Comunista, fue la compañera de Carlos Marighela, uno de los mitos de la resistencia guerrillera de los años 60, y "un luchador apasionado por la justicia".
En 1946, Marighela fue uno de los constituyentes de izquierda de mayor influencia. Los años siguientes traerían las sombras de los tiempos de la guerra fría, que en Brasil se expresó en persecución política y caminos de clandestinidad.
Recuerda Clarita -como la llaman sus compañeros del Partido de los Tabajadores (PT)- la década de reconstrucción de la democracia, entre los años 50 y 64, en un Brasil donde al igual que hoy convivían las grandezas y los enormes arrabales de miseria. Se sucedieron entonces presidentes como Juscelino Kubitchek y Janio Quadros hasta llegar a Joao Goulart, quien terminó siendo derrocado por el golpe militar de 1964 que duraría 21 años.
Esos tiempos escasos de democracia fueron "de increíble vigor y crecimiento humano. Fueron años de libertad, del crecimiento de organizaciones políticas y sindicales, de organizaciones de mujeres", recuerda Clara, para quien la reconstrucción de la memoria histórica es una obsesión que tiene que ver con su "esperanza de otro futuro". Un mes después de la llegada de la dictadura, Marighela fue perseguido y se refugió en un cine, que terminó siendo rodeado por policías y militares. Ellos obligaron al dueño del establecimiento a encender todas las luces y, ante la gente que asistía a la función, dispararon contra el hombre, hiriéndolo gravemente.
Una fuerte presión internacional obligó a las autoridades a liberar finalmente a Marighela. Pero entonces Clara y su compañero debieron ir a la clandestinidad, hasta que él fue asesinado el 4 de noviembre de 1969, cuando ya había formado con otros compañeros Acción para la Liberación Nacional.
Era un hombre respetado incluso por sus enemigos, pues soportó estoicamente prisiones y torturas, y "por su generosidad, humildad y pasión de lucha", dice Clara.
"Cuento esta historia para llegar al momento en que las vidas coinciden hasta llegar a la fundación del PT", señala Clara, quien entonces fue al exilio en Cuba, donde trabajó como traductora. "Aún quiero escribir la historia de aquella solidaridad inolvidable de los cubanos para con todos nosotros", comenta.
Homenaje a Marighela
Cuando en el Brasil de 1979 se comenzó a hablar de amnistía, aún con la dictadura, ella debió luchar para conseguir un documento que le permitiera regresar. Quería recuperar los restos de Marighela. Llegó a Brasil para hacer un homenaje el 4 de noviembre, 10 años después del asesinato del dirigente, al que hasta el día de hoy le componen canciones los jóvenes.
Finalmente, el acto de homenaje se hizo el 10 de diciembre, para convertirse en "el primer acto político de importancia durante la dictadura", que luego entroncaría con las huelgas metalúrgicas convergiendo desde distintos caminos.
En 1980 Scharf estaba entre aquellos sindicalistas, militantes de izquierda, católicos de la Teología de la Liberación e intelectuales que fundaron el PT. "Sao Bernardo Do Campo surgía como la gran lucha obrera contra la dictadura con su dirigente Luiz Inacio Lula da Silva. Recuerdo tres importantes intelectuales de entonces, como Antonio Cándido, Celso Buarque (padre de Chico, el cantautor), Mario Pedroza..." Desde entonces pasaron 22 años, "y el PT nunca dejó de crecer".
Clara se ocupa en el partido de temas de educación, forma parte del equipo de relaciones internacionales y trabaja en la Secretaría Nacional de las mujeres petistas. Está orgullosa de la pelea que ha dado por la mujer en un país culturalmente machista. Ella fue la promotora de un gran encuentro de Lula con mujeres brasileñas de todos los sectores.
"Yo estuve observando la razón por la que las mujeres en Brasil no votaban tradicionalmente por Lula, a pesar de que ningún otro partido tenía un movimiento tan fuerte y definido por la mujer. Y eso, a pesar de que él es un gran compañero de Marisa -su esposa- y de sus hijos, un luchador, un hombre fuerte, pero tierno, de buen humor, sensible. Entonces, mirando hacia lo profundo, me di cuenta que existía un preconcepto, un prejuicio."
Las investigaciones que hicimos revelaron que muchas mujeres pensaban que "un ex obrero metalúrgico debía ser machista, considerando que aquí hay mucho machismo en todas las clases y en los sectores humildes. Era un prejuicio y nosotros comenzamos a trabajar en eso", explica.
Se logró -continúa- un cambio en la percepción femenina, "además de que las campañas electorales acercaron a Lula a todas partes. Caminó por todo el país y esta vez la prensa no logró atacarlo como antes o satanizarlo, y no pudo ocultar su verdadero rostro. Muchas entendieron que él es un candidato popular.
"Explicamos lo que significaba Lula no sólo para entender mejor sus planteamientos políticos, sino sus programas para la mujer, y así llegamos a organizar un encuentro maravilloso que se llamó Las estrellas brillantes, en la Casa de Cultura de la mujer brasileña, que estaba representada por un rostro negro, blanco, indígena, en mujeres de todas edades y profesiones. También desempleadas. Ellas, como las indígenas, hablaron a Lula de sus vidas y de lo que sufrían o cómo estaban peleando."
Por eso, "cada día trato de reconstruir la memoria y la historia real de un país donde hay miles y miles de personas en estado de esclavitud y las mujeres están profundamente golpeadas y sojuzgadas por una sociedad que debe cambiar ya", sostiene, justamente cuando las cifras divulgadas en estos días muestran cómo las mujeres siguen siendo una minoría en la vida política pues, por ejemplo, apenas hay ocho entre la cincuentena de senadores elegidos en la votación del pasado. domingo.
"Yo miro al PT con mirada de mujer que luchó mucho -concluye Scharf-, y por eso sé que en pocos lugares del mundo hay un partido tan creativo como el de nosotros."