PEMEXGATE
Seguirán "abiertas" indagatorias sobre lavado
de dinero y delincuencia organizada
Corresponderá al IFE sancionar al PRI por uso
de fondos ilegales en la campaña de Labastida
Los involucrados serían acusados de delitos que
les permitirían salir libres bajo fianza
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
Corresponderá al Instituto Federal Electoral (IFE)
sancionar al PRI por la utilización de recursos ilegales en la campaña
presidencial de Francisco Labastida Ochoa, con las pruebas que arrojó
la investigación de la Procuraduría General de la República
(PGR) y que ratifican el concierto de voluntades entre funcionarios de
Petróleos Mexicanos (Pemex), dirigentes del sindicato petrolero
y miembros de la dirigencia del PRI para desviar 640 millones de pesos
de la paraestatal a ese partido político.
Fuentes
gubernamentales revelaron que el IFE recibirá copia de las actuaciones
ministeriales de la Fiscalía Especializada para la Atención
de Delitos Electorales (Fepade), las cuales fueron enviadas al juzgado
13 de distrito en materia penal para que se libren las órdenes de
aprehensión en contra de ex directivos de Pemex y funcionarios del
Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI que presuntamente participaron
en el desvío de los 640 millones de pesos de la paraestatal al tricolor.
Precisaron que la Fepade documentó que sí
hubo contubernio para que se otorgara un préstamo por 640 millones
de pesos el 8 de junio de 2000 al Sindicato de Trabajadores Petroleros
de la República Mexicana (STPRM) y para que de ahí se transfirieran
al PRI para la campaña de Francisco Labastida Ochoa.
Lo anterior consta en el expediente en el cual la Procuraduría
General de la República acusa a Rogelio Montemayor, Juan José
Domene Berlanga, Carlos Juaristi, Jorge Cárdenas Elizondo y Alonso,
que se encuentra en manos del juez décimo tercero de distrito, José
Luis Moya.
Al IFE corresponderá imponer las sanciones administrativas
al PRI, mientras la PGR promueve acciones penales en contra de ex dirigentes
de ese partido.
Además, en la PGR quedarán "abiertas" averiguaciones
previas por aquellos delitos que le ha sido "más difícil
comprobar", como son lavado de dinero y delincuencia organizada.
Por eso sólo se procederá penalmente en
contra de los involucrados en el Pemexgate por delitos que les permitirán
salir con el pago de una fianza.
Como se recordará, en una entrevista con La
Jornada publicada en agosto pasado, la titular de la Fepade, María
de los Angeles Fromow Rangel, aseguró que la existencia de elementos
subjetivos en los tipos penales en el ámbito electoral dificulta
la obtención de pruebas documentales que acrediten ante los jueces
la comisión de un delito en esta materia.
Además puntualizó que un robo simple puede
ser castigado con una pena que va desde uno a cuatro años, pero
si se trata de un robo electoral la pena mínima es de seis meses
y la máxima de tres años. Incluso en este último acto
ilícito el responsable del hurto puede solicitar la conmutación
de su pena por una sanción económica o trabajos en beneficio
de la comunidad.
Fromow Rangel afirmó que no investigaba al STPRM
como organización, sino a sus líderes; tampoco a Pemex, sino
a los ex directivos como Rogelio Montemayor, quienes son señalados
de haber desviado millones de pesos de la paraestatal a la campaña
presidencial de Labastida Ochoa en 2000.
Mencionó que en caso de que la Fepade logre obtener
las pruebas suficientes, que un juez gire las órdenes de aprehensión
y se alcance una sentencia firme, la pena máxima que se puede imponer
a los involucrados no superaría nueve años de prisión
y tendrían la posibilidad de compurgar su pena en libertad pagando
fianza.
Asimismo, en la denuncia que el IFE interpuso ante la
PGR en contra del PRI se menciona que ese partido omitió informar
sobre los recursos que supuestamente el sindicato petrolero le entregó,
y tampoco reportó los 890 millones que el actual senador Eduardo
Bours "consiguió" para la campaña presidencial de Labastida
Ochoa.
En ese documento y del cual posee copia La Jornada,
se menciona que el PRI oficialmente utilizó para las campañas
a Presidente de la República, senadores y diputados 902 millones
776 mil 336 pesos. Según la denuncia del IFE, los recursos no reportados
a su Comisión de Fiscalización fueron del orden de mil 980
millones de pesos.