Propone priísta elaborar una declaración conjunta en defensa de la seguridad social
Ofrecen diputados evitar castigo presupuestal al ISSSTE
El instituto requiere $58 mil millones en 2003 para recuperar el equilibrio financiero
ANGELES CRUZ
Tan sólo para brindar atención médica y pagar las pensiones de 420 mil jubilados y pensionados el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) necesita un presupuesto de 51 mil millones de pesos para el próximo año, cantidad que supera al total ejercido en 2002, y para recuperar el equilibrio financiero tendría que contar con 58 mil millones de pesos en 2003, aseguró su director general, Benjamín González Roaro.
Admitió que en los meses pasados se exploró la posibilidad de que el gobierno federal solicitara un préstamo al Banco Mundial por 9.65 millones de dólares para fortalecer las finanzas institucionales, pero para eso se necesita tener un respaldo presupuestal, del cual se carece. Por eso las negociaciones se suspendieron, explicó.
Durante una reunión de trabajo con los integrantes de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, el funcionario detalló el cúmulo de insuficiencias económicas que se enfrentaron en el actual ejercicio, derivadas principalmente de la disminución en su presupuesto con relación al de 2001 -dispuso de 45 mil millones de pesos-, así como por los cuatro recortes presupuestales determinados por el gobierno federal.
Otro factor importante ha sido el cambio demográfico y epidemiológico, que condiciona un mayor número de derechohabientes de la tercera edad con padecimientos crónico degenerativos, de larga duración y alto costo de atención.
Con el propósito de avanzar en la reforma estructural de la institución, González Roaro propuso a los legisladores la suscripción de una declaración conjunta en la que se plasmen los principales puntos de acuerdo en torno al cambio por realizar. Es decir, definir cómo es el ISSSTE que México debe tener. Para un momento posterior quedaría la discusión sobre cómo lograrlo, apuntó.
Prácticamente sin cuestionamientos por parte de los diputados, González Roaro enfatizó en las presiones que se generaron a partir de las restricciones económicas, que incluso amenazaron el abasto de medicamentos y material de curación en las unidades clínicas.
Los representantes de los diferentes partidos ofrecieron al titular del ISSSTE su apoyo y la seguridad de que esta vez no permitirán que se castigue el presupuesto del instituto. El diputado priísta Samuel Aguilar tomó la iniciativa y propuso un punto de acuerdo de la comisión legislativa para iniciar el diseño de la declaración conjunta en defensa de la seguridad social. El tema, dijo, debe ser parte de la reforma del Estado.
Por su parte, González Roaro destacó la necesidad de que durante la actual Legislatura se avance en la reforma del ISSSTE, e hizo un llamado a los diputados para que este proceso no sea rebasado ni contaminado por los procesos electorales y políticos del país.
Durante su presentación, el funcionario mencionó que al final del año el fondo médico presentará un déficit contable de aproximadamente mil 600 millones de pesos, el cual será cubierto con recursos de otros fondos (mil 200 millones de pesos de préstamos personales y 400 millones de pesos de actividades sociales y culturales).
Añadió que las limitaciones impiden atender el rezago en la sustitución de equipo médico. Los recursos disponibles para este rubro se redujeron drásticamente. De 500 millones de pesos en 1994 pasaron a 100 millones en 2001. El anteproyecto de egresos de 2003 solicita una asignación de 683.3 millones de pesos para la adquisición de equipo quirúrgico, de rayos X, de laboratorio e informático, así como ambulancias y mobiliario hospitalario.
González Roaro resaltó el pago de las pensiones como el factor que agrava la crisis financiera del ISSSTE. Indicó que para estar en condiciones de cumplir con esa obligación se necesitan recursos por un monto de 31 mil 417.7 millones de pesos, equivalente a un incremento de 24.6 por ciento con respecto a lo invertido este año. En las condiciones actuales, la mayor parte se obtendrá, como ocurre desde 1993, del subsidio federal.
Es indispensable, dijo el director del instituto, que el presupuesto esté acorde con las condiciones del país, pero que también cubra el nivel requerido para la prestación de los servicios, sin presionar el equilibrio de las finanzas públicas.
Por eso, el ISSSTE solicitará, en el proyecto de egresos de la Federación, un presupuesto de 58 mil millones de pesos, de los cuales 51 mil millones asegurarían el equilibrio financiero. Con mil 800 millones de pesos más se podría atender el rezago señalado en el gasto de operación y la inversión física. El resto de los recursos se aplicaría al Fondo de Vivienda y al Sistema Integral de Tiendas y Farmacias.