"El uso de esos productos en el campo, tendencia mundial de la que México no puede aislarse"
Proponen ley para regular utilización de organismos genéticamente modificados
Al aplicarse puede haber escenarios de riesgo, pero eso ocurre con toda tecnología: Bolívar Zapata
ANGELICA ENCISO L.
El uso de organismos genéticamente modificados (OGM) en la agricultura es una tendencia mundial de la que México no puede aislarse, y su uso se deberá permitir con evaluaciones de cada caso y después de que se hayan experimentado, expuso ayer en su propuesta de ley de bioseguridad la Academia Mexicana de Ciencias, en el Senado de la República.
En la reunión de trabajo de la Comisión de Ciencia y Tecnología, Roberto Ortega, del grupo de asesoría estratégica, detalló esta propuesta con la que se prevé regular las actividades que se realicen con OGM o transgénicos, cuando su uso sea confinado y se liberen para experimentos o comercialmente. La aplicación de estos organismos se podrá dar en el sector agrícola, pecuario o industrial, agregó.
Un ejemplo del uso de transgénicos es que en Estados Unidos 30 por ciento de los cultivos de maíz corresponde a semillas modificadas genéticamente, y no hay evidencia de daños; "si existieran, ya se hubieran señalado", sostuvo en su intervención ante los legisladores el investigador Francisco Bolívar Zapata.
Dijo que puede haber escenarios de riesgo, pero eso ocurre con todas las tecnologías. Mencionó que el maíz transgénico que se encontró hace un año en los cultivos de Oaxaca seguramente está ahí desde hace ocho años, y en este tiempo "no ha pasado nada importante".
Ortega detalló por su parte que la propuesta de ley pretende establecer normas para un nivel adecuado de protección, principios y políticas nacionales de bioseguridad. En ella queda determinada la competencia de las secretarías de Estado involucradas, así como la creación de una comisión intersecretarial y de consejos consultivos.
Agregó que, de aprobarse la propuesta de ley, habría todo un capitulado de régimen de permisos y autorizaciones, tratamiento especial para zonas restringidas, para centros de origen y áreas naturales protegidas -donde no se prevé su uso-, así como un sistema nacional de información y un instrumento de evaluación y monitoreo de riesgos.
La academia propuso el establecimiento de mecanismos de inspección y vigilancia, medidas punitivas, sanciones y responsabilidades. Precisó que se excluirán de la ley las técnicas tradicionales de producción, para que en esta legislación sólo se regulen las de la biotecnología.
También se estableció que se deberá hacer una evaluación previa y un monitoreo posterior al uso de OGM. Además, se evaluará caso por caso, con el propósito de proteger los centros de origen de productos como el maíz, el jitomate o la calabaza.
En el documento presentado ayer queda establecido que antes de que un producto se libere al medio ambiente con fines comerciales, previamente debe haber un trabajo experimental.