Los fallos de la Corte sobre dos controversias
panistas así lo demuestran, señala
Avanza en los hechos la reforma del DF: Luege
Rechaza el líder blanquiazul la extraña
alianza entre tricolores y verdes para cancelarla
BERTHA TERESA RAMIREZ
El dirigente del PAN en la capital, José Luis Luege
Tamargo, consideró que las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN) a las controversias interpuestas por los delegados
panistas en Benito Juárez y Miguel Hidalgo, mediante las cuales
se reconoce que los jefes delegacionales no son subordinados jerárquicos
del jefe de Gobierno y, por lo tanto, tienen facultades para iniciar controversias
contra actos del Ejecutivo local, constituyen un avance de hecho en la
reforma política para el Distrito Federal.
Luego de manifestar su rechazo a la "extraña alianza"
que establecieron en el senado de la República el Partido Revolucionario
Institucional y el Partido Verde Ecologista de México para cancelar
la reforma política, Luege dijo que afortunadamente "la Suprema
Corte ha reconocido de facto lo que nosotros hemos luchado por la
vía legislativa".
En conferencia de prensa, agregó que los delegados
de Acción Nacional han sentado diversas controversias contra el
mandatario local, de las cuales dos se han resuelto y han tenido como resultado:
primero, que los jefes delegacionales tienen facultades para iniciar juicios
contra el Ejecutivo local, y segundo, "que las jefaturas delegacionales
son órganos originarios de gobierno y, por lo tanto, tienen autonomía
de gestión presupuestal".
En su oportunidad, el delegado José Espina mencionó
que las controversias constitucionales se promovieron a partir de que el
jefe de Gobierno "pretendió dirigirse como superior jerárquico
de los jefes delegacionales, pasando por alto las disposiciones de la Constitución
política establecidas de manera puntual en el ar-tículo 122,
lo que resultó en agravio de los ciudadanos del DF, que eligieron
a los jefes delegacionales mediante voto universal, libre, secreto y directo".
Indicó que el mandatario capitalino alegó
-sin éxito- en las controversias, que los jefes delegacionales no
podían promover juicios ante la Suprema Corte porque se encontraban
subordinados a la jefatura de Gobierno, de manera particular adscritos
a la Secretaría de Gobierno, y por tal motivo no podían ser
órganos originarios de gobierno.
El delegado consideró que el significado de la
resolución "es sin lugar a dudas un avance para la reforma política
del DF y un reconocimiento a la autonomía, atribuciones y facultades
de los órganos político-administrativos de las demarcaciones
territoriales como las autoridades más cercanas a la ciudadanía".
Agregó que el reto que ahora tiene el PAN en la
Asamblea Legislativa, así como en el Congreso de la Unión,
es plasmar tanto en el Estatuto de Gobierno, como en la Ley Orgánica
de la Administración Pública y en todas las demás
leyes que regulan al DF, las resoluciones establecidas por la Suprema Corte.
Por su parte, Arne aus den Ruthen Haag dijo que tras la
resolución de la Corte "pasamos de ser gerentes de sucursal de la
ciudad de México a convertirnos a niveles de gobierno autónomos".
De acuerdo con información publicada en La Jornada
en agosto pasado, sobre las resoluciones de la SCJN a las controversias
establecidas por ambos jefes delegacionales, la más alta instancia
jurisdiccional del país declaró fundada pero improcedente
la controversia constitucional interpuesta por la delegación Miguel
Hidalgo, en la que se impugnaba la creación de la Unidad de Bosques
Urbanos del DF, y la decisión de que la administración del
Bosque de Chapultepec fuera de competencia del gobierno central y no del
delegacional.
Respecto a la controversia establecida por la delegación
Benito Juárez contra el jefe de Gobierno, y de la Secretaría
de Gobierno del DF en contra de la resolución administrativa del
18 de septiembre de 2001, que impidió la clausura de una preparatoria
del gobierno capitalino ubicada en esa demarcación, la cual había
sido ordenada por la autoridad delegacional, la demanda fue desechada porque
la delegación impugnó la autoridad del jefe de Gobierno,
cuando la autoridad responsable era el secretario de Gobierno.