Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 30 de septiembre de 2002
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Deportes
Incomprensión y sorpresa en el GP de EU de F-1

Ahora fue Michael Schumacher el que dejó ganar a Rubens Barrichello

AFP

Indianapolis, 29 de septiembre. Poco más de diez milésimas de segundo fueron la diferencia entre los autos de Rubens Barrichello, sorpresivo ganador, y de Michael Schumacher, segundo, en la línea de arribo del Gran Premio de Estados Unidos, penúltima prueba del Campeonato Mundial de Fórmula 1 que se disputó el domingo en Indianápolis.

Ese crono mínimo suscitó tanta sorpresa como incompresión y aún indignación en el público estadunidense. Como el pasado 12 de mayo en Austria, la superioridad de las máquinas rojas de la escudería Ferrari condujo a un acto contrario al espíritu deportivo.

Michael Schumacher dominó durante toda la prueba. La victoria parecía inminente para al alemán cuando, luego de reducir la velocidad, el quíntuple campeón mundial se emparejó con el monoplaza de Barrichello a escasos metros de la meta.

"Todo el equipo ha hecho un súpertrabajo esta temporada y yo quería aprovechar la oportunidad de pasar la línea juntos", explicó Michael Schumacher.

Pero pasar juntos la línea de llegada en una competencia automovilística para compartir el suceso es imposible. Por once milésimas de segundo, o sea algo así como 61 centímetros, Barrichello superó a su coequipero.

"Esto no estaba previsto. No sé lo que pasó en el última vuelta (cuando) me encontré delante", se excusó el piloto brasileño.

Contrariamente a lo que sucedió en Austria, no existieron consignas de parte de la escudería. Michael Schumacher creyó hacer un bien. Y, sin embargo, permitió un nuevo golpe a la credibilidad de la F-1, tanto más porque no existió una verdadera competencia en función de la supremacía de Ferrari.

En especial desde la segunda vuelta y debido a un trompo de Ralf Schumacher que provocó un leve contacto con su compañero de Williams-BMW, Juan Pablo Montoya. El colombiano quedó relegado al séptimo lugar y Ralf tuvo que ir con sus mecánicos para remplazar un alerón averiado. Para entonces los Williams-BMW se habían eliminado de las posiciones de avanzada.

David Coulthard terminó a la sombra de Ferrari, delante de Montoya, Jarno Trulli (Renault) y Jacques Villeneuve (BAR-Honda), para obtener una plaza en el podio en caótica temporada.

Una vez más las Ferrari fueron irresistibles. Con su primer lugar en Indianápolis, Barrichello se aseguró el vicecampeonato detrás de Schumi, cuando todavía resta la última prueba del calendario de la F-1, dentro de quince días en Japón.

Pero con este nuevo 1-2, el octavo de la temporada, y un final anormal, Ferrari hundió un poco más a la F-1 en el desconcierto y no hizo nada por seducir a un público estadunidense ya escéptico respecto de una categoría llegada de Europa.

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