Extraviada relación entre autoridades y fiesta brava

Inauguraron en el Archivo General de la Nación la Expo Venta 2002

LEONARDO PAEZ

Con un título equívoco que lo mismo podría corresponder a una mueblería que a un remate de automóviles, el miércoles 26 a las 18 horas quedó abierta al público la bien intencionada muestra pictórico-escultórica Expo Venta 2002 en el Archivo General de la Nación.

Inaugurada por la directora del AGN, Stella María González, bajo los auspicios del Fideicomiso para la Preservación de la Memoria de México, con el entusiasmo de su directora, María del Carmen Dueñas, y el discreto apoyo de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, la muestra reúne una nutrida colección de cuadros y esculturas, entre los que se incluyen un centenar de tema taurino.

Siqueiros, Anguiano, Coronel, Aceves Navarro, Arévalo, Cuevas, Nierman, Béjar, Ahuatzin y Beteta, entre otros, y réplicas de Botero, alternan, quizá por primera vez, con Ruano, Sánchez de Icaza, Alfredo Alonso y Rodolfo Francisco, así como con diez bronces del magnífico escultor taurino Juan Pablo Muñoz y apenas tres fotografías de El Saltillense, sin duda el mejor de México.

Tan desigual exposición es un ejemplo más del lamentable nivel en que se encuentra la fiesta de toros en México, ninguneada a dos fuegos por los propios taurinos y por autoridades del cambio, dispuestas a erogar fuertes cantidades en ociosos plebiscitos seudodemocráticos, pero renuentes a apoyar con medio centavo toda actividad seria en favor de la tradición tauromáquica.

Consecuencia del injustificado desentendimiento de la autoridad y sus instituciones respecto a la fiesta de los toros, y de los falsos promotores de ésta hacia el público aficionado, la Expo Venta 2002 sustituyó una elemental museografía y una adecuada y oportuna promoción con el acomodo de emergencia, con una pobre difusión previa en la prensa especializada y con un lamentable catálogo sin fotografías de las piezas exhibidas.

Con todo, la muestra estará abierta hasta el próximo 25 de octubre de lunes a viernes, de 8:30 a 17 horas, y sábados y domingos de 10 a 16 horas en el antiguo palacio de Lecumberri.