Envía a funcionario de alto rango a Europa en busca de apoyo para atacar Irak
Bush fustiga de nuevo a Naciones Unidas; se deja engañar por Saddam Hussein, acusa
Chirac y el canciller ruso piden el rápido retorno de inspectores al país asiático
PL, DPA, AFP Y REUTERS
Washington, 27 de septiembre. El presidente estadunidense, George W. Bush, arremetió hoy de de nuevo contra la Organización de Naciones Unidas (ONU), a la que acusó de "dejarse engañar" por el mandatario iraquí, Saddam Hussein, y sostuvo que ahora el organismo tiene una "oportunidad" de desarmar a Bagdad antes de que desde Washington se ordene una agresión unilateral.
A su vez, el presidente francés, Jacques Chirac, reiteró a Bush por teléfono su oposición a cualquier resolución basada en el recurso automático de la fuerza contra Irak, e insistió en un rápido retorno de los inspectores de desarme de la ONU a aquel país. En paralelo, el canciller ruso, Igor Ivanov, dijo que sería un "error imperdonable" demorar el envío de inspectores.
Bush hizo caso omiso de las nuevas críticas contra su política militarista hechas ahora por el senador Edward Kennedy, y se defendió de las acusaciones de que está llamando a la guerra al afirmar que la ONU tiene una "oportunidad" de desarmar a Irak.
"Quiero darle a la paz una oportunidad para que funcione, quiero que la ONU funcione, quiero que Saddam Hussein cumpla con lo que dice. Pero por un buen futuro, llegó el momento", dijo, y reiteró que si se fracasa en acatar las resoluciones actuará por su propia cuenta.
Con su característica visión de dividir el mundo entre el bien y el mal, habló de defender a los niños de un "hombre loco" con capacidad "de armas nucleares o de utilizar reservas de ántrax que sabemos tiene". Incluso, más tarde señaló que Hussein es "un tipo que trató de matar a mi padre", en alusión a la época en que él gobernó entre 1989 y 1993 y que fue cuando tuvo lugar la guerra del Golfo, en 1991.
"No cabe duda de que nosotros somos el objeto principal de su odio, no cabe duda de que no nos soporta. Después de todo, es un tipo que trató de matar a mi papá", argumentó durante un acto proselitista en Houston en apoyo a un candidato republicano para las legislativas de noviembre.
El mandatario, quien está presionando para que el Congreso apruebe la declaración de guerra contra Irak antes de que los legisladores comiencen sus vacaciones en octubre para volver a sus estados y ocuparse de la campaña electoral, insistió en acusar a la ONU de "dejarse engañar", y sostuvo por segunda vez en dos días que la ciudadanía estadunidense está unida.
La Casa Blanca hizo circular entre los congresistas una versión del proyecto de apoyo parlamentario que le permitirá recurrir, como pretende, a usar la fuerza militar contra Bagdad, con un texto más limitado y previamente aprobado por los líderes republicanos del Senado. Se notó el retiro de una frase que otorgaba al mandatario poderes para intervenir en todo Medio Oriente, que los demócratas calificaron de demasiado amplio.
A la par con las presiones de la Casa Blanca para asegurarse una resolución del Congreso que dé luz verde para atacar Irak sin mayores preámbulos, Estados Unidos intensificó en las últimas horas su campaña en pro de una resolución favorable en la ONU a sus intenciones de ataque, por lo que envió a un funcionario de alto rango a Francia, Rusia y otros países.
El mismo Bush conversó por teléfono con Jacques Chirac, pero no logró convencerlo, ya que su interlocutor rechazó su propuesta de una resolución "dura". El mandatario francés insistió en que Bagdad debe encontrar solo una decisión inequívoca de que la comunidad internacional está resuelta en el regreso de los inspectores de la ONU en unas tres semanas, y sólo después se tomarían otras acciones.
La canciller francesa, Dominique de Villepin, reafirmó también su rechazo a una acción militar unilateral de Estados Unidos contra Irak y a sus planes de derrocar al régimen de Hussein, al considerar que eso podría desestabilizar fuertemente la escena internacional y otros países podrían después ser blanco de otros ataques. Por lo demás, preguntó, "Ƒquién va a juzgar qué régimen es bueno y cuál no lo es?"
El jefe de inspectores de armamento de la ONU, Hans Blix, se reunirá el lunes con funcionarios de Irak para disponer los arreglos para el retorno de su equipo a Bagdad. Representantes iraquíes han alertado sobre planes de Washington para hacer que esas reuniones fracasen.
En ese contexto, el canciller ruso, Igor Ivanov, expresó sus apremios para no seguir demorando el envío de los inspectores a Bagdad, pues de lo contrario sería "un imperdonable error". El informe británico de esta semana no aportó prueba alguna de que Irak esté desarrollando armas químicas, biológicas o nucleares, agregó.
China, por su parte, advirtió una vez más contra toda acción unilateral al margen de la ONU. Sólo Gran Bretaña se mantiene como el aliado incondicional de Washington, ya que lleva a cabo su propia campaña de enviados a otros países para que se sumen a la posición de ellos en Naciones Unidas contra de Irak.
El secretario estadunidense de Defensa, Donald Rumsfeld, sugirió por su parte que una vez derrocado Hussein no será necesario capturarlo, ya que "el objetivo es liberar a su gente".
Pero en Denver más de 2 mil personas se manifestaron en contra de un posible ataque estadunidense contra Irak, en momentos en que Bush llegaba a la ciudad para recaudar fondos para los candidatos republicanos. Los manifestantes protestaron frente al hotel donde estaba el presidente, donde exhibieron carteles preguntando qué le parecería cambiar de régimen en Estados Unidos y "no a la sangre por petróleo".
En Río de Janeiro, el reverendo estadunidense Jesse Jackson criticó duramente a Bush por sus amenazas de ataque contra Irak, y aseveró que con ello está desviando la atención de la ola de corrupción empresarial con la pérdida de dos y medio millones de empleos en un par de años y de 50 millones de estadunidenses sin seguro de salud.