Gustavo Leal F.
Asalto mayor
Cuando los "nuevos" tiempos obligan al PAN a templar -con
tesis "más centristas"- sus principios doctrinarios de 1965, y los
hospitales, clínicas, centros y casas de salud de la región
istmeña de Oaxaca enfrentan el peor desabasto de medicamentos en
los últimos años, Julio Frenk, secretario de Salud, insiste
en el modelo de "nueva arquitectura financiera para la salud" que presentara,
apenas en mayo pasado, ante algunos senadores del PRD.
Con él pretende persuadir al Congreso de la Unión
(en 2002) sobre a la "urgencia" de "actualizar" el marco jurídico
de la Ley General de Salud, de IMSS y de ISSSTE para así forzar
el establecimiento legal del -aún no evaluado- Seguro Popular, que
depende de la capacidad de pago de las familias. Pero sus metas apuntan
directamente hacia una reforma constitucional (para 2003), en la que se
sancionaría la "obligación del Estado para brindar protección
social". Ella sería "rematada" (entre 2004 y 2006) con una Ley de
Protección Social que "consolidaría" los tres seguros "públicos"
de salud: IMSS, ISSSTE y Seguro Popular.
Por su parte, Santiago Levy, director "financiero" del
IMSS, continúa su enfebrecida campaña para hacer "conciencia
en la sociedad de la gravedad de la situación" que, estima, ya "documentó"
en el apocalíptico informe que remitiera al Presidente y
al Congreso, el 28 de junio. Levy declaró que dedicará los
siguientes ¡dos años! a "elaborar una propuesta de reforma".
Cabe suponer que, mientras tanto, el doctor Onofre Muñoz, subdirector
de prestaciones médicas, se encargará de mal parchar la hasta
ahora incumplida "agenda" sanitaria del gobierno del "cambio" que Fox conoció
directamente en su folklórica campaña.
Pero, después de 22 meses de "alternancia" y cuando
en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, las comunidades indígenas
huastecas solicitan un hospital en Campo la Mata y a cambio reciben latas
con gases lacrimógenos, huesos rotos, descalabrados y hasta un muerto;
y a pesar de que Frenk, nuevamente "acompañando" a Marta Sahagún
en el primer Foro Internacional de Participación Social, se empeñe
en sostener que el "blindaje" sanitario tendido en torno a los brotes de
dengue "ha funcionado" -aunque en el sur y el sureste los casos vayan en
aumento-, es claro que la "salud macroeconómica" que él y
Levy representan apenas ha insinuado modelos financieros intermedios, totalmente
desvinculados de la tarea final del sistema de salud: la mejora efectiva
en los procesos de atención a los pacientes.
Hay que agregar el "caos estratégico" que divulga
sistemáticamente el elbista director del ISSSTE, Benjamín
González Roaro, según el cual su déficit financiero,
tan sólo en materia de salud, alcanzará al finalizar el sexenio
los 5 mil millones de pesos. Aunque también estima que la "situación
en materia de pensiones es más grave que la referida a salud".
Como recientemente señalara Chomsky: las "políticas
poco populares de reducción de la carga tributaria" a las minorías
coinciden con el "recorte de programas sociales: un asalto mayor contra
las generaciones futuras". El penoso repliegue de las responsabilidades
sociales del Estado que resumen las acciones financieras de Levy, González
Roaro y Frenk sintetiza impecablemente la revolución conservadora
que trajo el "humanismo" de mercado foxista: el evangelio emergente que
predica el culto por la "corresponsabilidad", en la que cada uno "ponemos
nuestra parte" y gracias al cual la "persona" adquiere "autoestima" y "dignidad".
De tal suerte que todos aquellos que votaron por el "cambio"
de Fox apenas han podido "recoger" del gobierno de la "alternancia" puros
modelos financieros deshumanizados: la "reforma" a la Ley del IMSS de diciembre
de 2001, el apocalíptico informe del tecnócrata ahorrador
Santiago Levy, el "innovador" Seguro Popular del macroeconomista de la
salud, Julio Frenk, y su fantástica Comisión Mexicana de
Macroeconomía y Salud, así como el "caos estratégico"
del ISSSTE propalado por Benjamín González Roaro.
Frente a un escenario en el que los extras para la salud
sólo estarán destinados a fortalecer la meta intermedia del
financiamiento, pero nunca a mejorar la atención efectiva del paciente
y los médicos y enfermeras que lo asisten, y a pocos meses de la
elección de 2003, hoy es absolutamente claro que el gobierno del
"cambio" carece de políticas clínicas alternativas para las
grandes mayorías, aunque pudiera contar con más recursos
fiscales.
¿Qué puede hacer ahora el PAN? Para decirlo
como Paulo VI: el desarrollo humano es el paso a condiciones de vida más
humanas. Respecto a sus tesis doctrinarias de 1965, tal vez no tenga otra
que aludir a que "la respuesta debida ante el dolor evitable es la responsabilidad
social", pero ¿de quién?
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco