Comenzaría en enero su construcción; cada kilómetro costará 200 millones
Confía el GDF en que obtendrá el sí de legisladores para el segundo piso
La obra, responsabilidad exclusiva de López Obrador: Lara La Semarnat, sin injerencia: Arriaga
ELIA BALTAZAR, BERTHA TERESA RAMIREZ Y CAROLINA GOMEZ
Porque la administración capitalina "logra lo que se propone", el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, dijo estar seguro de convencer a los diputados locales de aprobar, dentro del presupuesto para el año próximo, los mil millones de pesos para comenzar en enero la primera etapa de construcción del segundo piso en Periférico y Viaducto.
Durante su conferencia de prensa matutina, manifestó que respetará la decisión en favor de la obra tomada por la mayoría de quienes participaron en el plebiscito del domingo pasado, en el que votaron 420 mil 522 personas.
"Ya consultamos dos veces: la mayoría está a favor de la obra y vamos a actuar en consecuencia", dijo López Obrador, quien aseguró que el gobierno capitalino cuenta con los recursos suficientes para llevar adelante la construcción del segundo piso, aun sin necesidad de aumentar el pago de impuestos y derechos.
Por eso, dijo, "lo único que solicitaremos a la Asamblea Legislativa en diciembre es su aprobación para ejercer los recursos que destinaremos a la obra, lo que no significará elegir o descartar acciones para mejorar el transporte y la vialidad en la ciudad".
Comparó incluso el costo de construcción de los primeros cinco kilómetros de la obra, de un total de 30 que se proyecta erigir en los próximos cuatro años -con un costo de 200 millones por kilómetro-, con los recursos que su administración ha destinado a la compra de trenes para el Sistema de Transporte Colectivo (STC)-Metro y a los programas de tipo social.
Dijo: "Son 5 mil 500 millones de pesos que se ejercerán en la compra de 45 trenes, que significarán el servicio de 400 vagones más para el Metro, por ejemplo. Y sólo este año se destinaron 2 mil 500 millones para el apoyo a los adultos mayores".
Lo anterior, dijo, demuestra que las prioridades del gobierno capitalino son diversas y no una sola. Por eso desestimó las críticas de quienes se oponen a la construcción del segundo piso "sólo por motivos político electorales", pues ya de antemano prevé la actitud que asumirán quienes "quieren poner obstáculos" al jefe de Gobierno, porque no ven con buenos ojos lo que hace. Pero no por eso, advirtió, "vamos a perder el sueño".
Aunque López Obrador admitió que el segundo piso y las consultas han significado un costo político para su gobierno, aseguró que siempre será mejor la pluralidad de opiniones y defendió la validez del "ejercicio democrático" que significó el plebiscito, pues "lo importante es abrir los espacios de participación para los ciudadanos". No sólo descartó que el abstencionismo en el plebiscito significara una posición de rechazo a la obra, sino que aclaró que quienes emitieron su opinión merecen todo su respeto.
Así, luego de casi un año de que lo anunciara, el jefe de Gobierno confía en concretar los 30 kilómetros de la obra del segundo piso en Periférico y Viaducto y en conseguir el voto de los diputados para llevar la obra adelante.
Consulta sin valor: panista
Por otra parte, el presidente de la Comisión del Distrito Federal de la Cámara de Diputados, el panista Jorge Lara, señaló que la decisión de construir segundos niveles en Periférico y Viaducto será responsabilidad exclusiva de López Obrador. Argumentó que la votación de la consulta no tuvo valor jurídico ni político, tal como lo dispone la ley, para vincular a las instituciones con la decisión ciudadana.
Indicó que aun cuando el gobierno no debería basar la decisión en el plebiscito, "que en opinión de todo el mundo fue un fracaso", esto no constituirá un impedimento para que el mandatario local lleve a cabo la obra.
A su vez, Raúl Arriaga Becerra, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, consideró que lo primordial es valorar el impacto ambiental que tendrá la construcción del segundo piso en Viaducto y Periférico, y aseguró que ésta opción "no es la más adecuada" para el valle de México.
Descartó que la Semarnat pueda tener alguna injerencia para detener la obra, pues, dijo, el hecho de que se la fraccione le impide opinar, ya que no sería acorde con la Ley General de Equilibrio Ecológico.
Entrevistado durante la entrega del premio internacional de Desarrollo Sustentable, detalló que funcionarios de la Semarnat se reunieron ayer con el premio Nobel Mario Molina, quien les manifestó que hay otras opciones menos perjudiciales para el ambiente que la construcción de dicha obra, aunque no abundó sobre ellas.
Con esta postura coincide la Semarnat, dependencia que se manifiesta porque se haga un estudio de impacto "ambiental integral" y no análisis fragmentados como pretende realizar el GDF, aseguró.
Finalmente, aunque reconoció que tal vez en materia de desahogo vehicular el proyecto de López Obrador traerá beneficios, ratificó que en materia ambiental existen serias dudas.