Celebran dentro del festival el Día del Cine Vasco
Historias mínimas se rodó con ''no actores'' y figura en la sección oficial
MERRY MAC MASTERS ENVIADA
San Sebastian, 26 de septiembre. Con tal de viajar al Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el músico Aníbal Maldonado, quien cultiva el género chamamé y participa en la película Historias mínimas, del argentino Carlos Sorín, se encadenó en la ciudad de Corrientes.
Con un sombrero negro tipo ''gaucho", y dando sorbos a su mate, el acordeonista Maldonado relató cómo al recibir la invitación del festival solicitó ausentarse, pero pasaron los días y nadie lo atendía. ''No tuve más remedio que encadenarme en la galería del palacio de gobierno. Las autoridades vieron que de verdad valía la pena, entonces arreglaron el asunto -mi situación laboral también estaba en juego-, pues querían que me retirara. Por la tarde se emitió un decreto para nombrarme coordinador general de espectáculos del gobierno de la provincia de Corrientes."
Maldonado no ha visto la cinta, pero aseguró que ''con haber venido y participado en Donostia me doy por bien pagado".
Historias mínimas, coproducción Argentina-España que figura en la sección oficial del festival, se rodó con ''no actores", salvo dos casos. Sorín explicó: ''La idea de trabajar así fue previa al guión. Al hacer cortos publicitarios advertí que hay ciertos momentos auténticos en un no actor que, de poderlos rescatar para un fin de ficción, tendría un acceso más rápido a la emoción".
Pese a la crisis económica en Argentina, el cine vive un boom. Sorín dijo que desde hace 10 años ''todo mundo empezó a estudiar cine. Pero el país no soporta tantos directores. El problema es cómo hacer películas, aunque el presente es el mejor momento para el cine argentino".
Por otro lado, ayer se celebró el Día del Cine Vasco, cuyo acto central fue la entrega de los premios Ibaia y Ama Lur. El acto comenzó con un homenaje al joven intérprete Ion Gabella, recién fallecido, que participó en cintas como Acción mutante, Año mariano y Salto al vacío.
El premio Ibaia fue otorgado a la Universidad Pompeu Fabra, mientras que el Ama Lur se atribuyó al director Eloy de la Iglesia.