Se busca "una relación militar más
madura" con el vecino del sur: funcionario del Pentágono
El Comando Norte creado por EU entrará en operación
el próximo primero de octubre
"Es mejor impedir que gente mala entre a México,
que intentar detenerla en la frontera", dice
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 26 de septiembre. La relación
militar estadunidense con México es menos "madura" que la que se
tiene con Canadá, afirmó hoy un alto funcionario del Pentágono,
quien señaló que una de las tareas del nuevo Comando Norte
que empieza operaciones la próxima semana, será fortalecer
esa relación con el vecino país del sur.
Estos
comentarios se hicieron en el contexto de un seminario sobre la reorganización
más grande de la estructura de comando militar estadunidense desde
la Segunda Guerra Mundial, la cual se hará efectiva el primero de
octubre.
Peter Verga, asistente especial para la Seguridad de la
Patria en el Pentágono, describió este jueves el Comando
Norte o Northcom como una estructura orientada principalmente a la defensa
del territorio continental de Estados Unidos contra amenazas del exterior.
Pero Northcom, explicó, también tendrá dentro de su
"área de responsabilidad" a Canadá y México, así
como parte del Caribe.
"No sabemos aún cuál será el impacto
de esto sobre los países dentro de la área de responsabilidad",
explicó Verga en un foro sobre el tema. "Contamos con una relación
militar a militar muy madura con Canadá. Tenemos una relación
menos madura con los militares en México". Agregó que "una
de las áreas de responsabilidad del general Ralph Eberhart (el nuevo
comandante de Northcom) será construir sobre la relación
existente con México, básicamente llevándola a lo
máximo posible".
En el pasado, funcionarios del Pentágono han subrayado
que el nuevo Northcom no es más que una reorganización interna
de la estructura militar estadunidense de mandos encargados de diversas
regiones del mundo, y que no implica un cambio en las relaciones militares
con otros países. Pero en sus comentarios públicos Verga
pareció contradecir hoy esa aseveración.
Poco después de que el funcionario del Pentágono
hizo estos comentarios en el foro organizado por la Heritage Foundation,
otro servidor público estadunidense trató de restar importancia
a lo dicho por Verga sobre la ampliación de la relación militar
con México, insistiendo que eso sólo se llevaría a
cabo después de una decisión de los líderes políticos
de ambos países. Verga declaró luego: "obviamente la relación
dependerá del gobierno de México y su deseo de la cooperación".
No obstante, el funcionario del Pentágono dejó
en claro que considera importante que la relación militar con México
sea "más madura". Y varias veces, al responder a preguntas, reiteró
que "es importante madurar esa relación". Cunado se le preguntó
lo que implica eso en particular, mencionó la posibilidad de mejorar
la coordinación y la capacitación militar.
"Tenemos algunos intereses muy congruentes con México",
sostuvo. "La seguridad fronteriza es obviamente un problema y creo que
al final sería deseoso mirar la seguridad en un contexto continental.
Es mejor no permitir que gente mala entre a México que intentar
detenerla en la frontera con Estados Unidos", comentó.
Pero
las relaciones con México sólo son una parte menor de la
responsabilidad de Northcom. Fue evidente hoy que los funcionarios del
Pentágono aún no habían pensado bien, o no estaban
dispuestos de decirlo en público, cuáles eran las implicaciones
de la decisión del presidente George W. Bush de autorizar la operación
de las fuerzas armadas dentro de las fronteras de Estados Unidos por primera
vez desde la Guerra Civil en 1860.
El nuevo comando, con sede en la base Patterson de la
Fuerza Aérea en Colorado, tendrá la responsabilidad de coordinar
acciones militares estadunidenses en el evento de un ataque "catastrófico"
contra este país, como la detonación de armas nucleares.
Durante los últimos 160 años, los militares
estadunidenses sólo podían operar dentro de Estados Unidos
bajo el comando de autoridades civiles. Por ejemplo, los gobernadores o
el gobierno federal podían ordenar a tropas de la Guardia Nacional
desplegarse en la frontera para apoyar a la Patrulla Fronteriza, o ser
movilizadas para controlar una inundación, o llamadas por autoridades
estatales para controlar huelgas laborales.
Pero ahora, Northcom ofrece la opción de que si
el presidente determina que hubo un ataque catastrófico, los militares
pueden recibir órdenes para tomar el control de una parte definida
del país. "Podría haber un momento en el que el presidente
declara que algo ha pasado y que quiere que (los militares) entren y lo
manejen hasta que pueda regresar al funcionamiento normal (civil)", dijo
Verga. Pero no detalló cómo se determina ese "momento" o
cuándo o cómo se decide que el control regresa a manos civiles.