Debe a bancos mil 841 millones de dólares;
difícil, la restructuración de sus deudas
Acreedores piden quebrar AHMSA
Intento de presión, dice la empresa; es
el proceso de moratoria más cuantioso en México: Dickins
JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y DAVID ZUÑIGA
El comité de bancos acreedores de Altos Hornos
de México (AHMSA), la mayor siderúrgica del país,
pidió la quiebra de esta empresa -declarada en suspensión
de pagos hace más de tres años- ante la imposibilidad de
llegar a un acuerdo para restructurar sus deudas, que en conjunto ascienden
a mil 841 millones de dólares.
"Este es el proceso de moratoria judicial más cuantioso
en México", declaró el vocero de los bancos acreedores, Ronald
Dickins.
En respuesta, el director de comunicación social
de la compañía, Francisco Orduña, señaló
que se trata de una demanda del Bank of America que carece de base legal
porque AHMSA ha cumplido estrictamente con los ordenamientos de la suspensión
de pagos.
Según
el vocero, Banorte y Banamex ya han presentado demandas similares que fueron
rechazadas por el tribunal de circuito con sede en Torreón, por
lo que, dijo, sólo se trata de "un intento de presión".
Interrogado sobre las acusaciones de Dickins, quien señala
que los directivos de AHMSA deben ser destituidos de sus cargos porque
carecen de seriedad para negociar, el vocero de la siderúrgica rechazó
entrar en "dimes y diretes" y agregó que la empresa ha demostrado
su viabilidad al continuar en operación durante los pasados tres
años.
AHMSA, cuya planta laboral es de 17 mil trabajadores,
se declaró unilateralmente en suspensión de pagos en mayo
de 1999, sin que hasta la fecha haya prosperado ningún acuerdo de
restructuración de sus pasivos "por la poca seriedad demostrada
por los responsables de esta empresa, que a pesar de todo sigue siendo
viable", afirmó Dickins.
El comité de bancos acreedores acordó en
abril demandar la quiebra de la empresa; a pesar de ello se hicieron intentos
por llegar a un acuerdo con los directivos, pero no fructificaron. "Esta
ha sido una decisión extrema que puede afectar a muchas familias,
pero no han dejado otra opción", afirmó Dickins. En un comunicado
se afirma que luego de tres años no se ha llegado a un acuerdo "viable
y serio" que comprometa a Altos Hornos a levantar la suspensión
de pagos, condición de la cual se ha valido esta empresa para "incumplir
absolutamente todas sus obligaciones frente a sus acreedores bancarios,
financieros y proveedores", e incluso para obtener una segunda suspensión
de pagos por deudas contratadas después de mayo de 1999.
El comité de bancos acreedores está constituido
por nueve instituciones nacionales y extranjeras, encabezadas por Bank
of America, BBVA Bancomer y Banamex Citigroup, además de Banorte,
Scotiabank-Inverlat, Societé Generale, Morgan Guarantee Trust, Northwest
Bank y el Eximbank de Estados Unidos.
De acuerdo con fuentes cercanas al comité de bancos,
la estructura de la deuda de AHMSA es la siguiente: 500 millones de dólares
a bancos, otros 510 millones a tenedores de bonos de deuda, cuyos poseedores
están representados por Morgan Guarantee Trust; 225 millones de
dólares corresponden a créditos, principalmente del Banco
Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), que le fueron otorgados para
apoyar exportaciones siderúrgicas; 176 millones se adeudan a instituciones
que otorgaron préstamos garantizados con activos de la subsidiaria
Minera Carbonífera Río Escondido (Micare), y 300 millones
de dólares corresponden a impuestos y deudas con otras instituciones
bancarias y gubernamentales.
La reciente propuesta de arreglo planteada por el comité
de bancos acreedores consistió en que AHMSA entregara 50 por ciento
de sus acciones para liquidar deuda por 560 millones de dólares.
De la deuda restante, mil 140 millones de dólares se habrían
refinanciado a un plazo de ocho años y alrededor de 160 millones
de dólares se cubrieron con la venta de activos improductivos.
Los quejosos demandan que Xavier Autrey, presidente del
consejo de administración, y Alonso Ancira salgan de la administración
de la empresa para que ésta quede en manos de interventores designados
por el comité bancario.