FORO DE LA CINETECA
Carlos Bonfil
šVan Van, empezó la fiesta!
El songo, mezcla de sonidos caribeños Impacto político y social dentro y fuera de Cuba
EL MUSICO CUBANO Juan Formell, director de la banda musical los Van Van y, según Pablo Milanés, gran ''cronista popular" de la isla, narra los inicios del grupo creado en 1969. Primero fue una simple orquesta charanga, de flautas y violines, luego incorporó ritmos de salsa y de rock, de son cubano y de jazz, para finalmente interpretar un ritmo propio, el songo, mezcla de sonidos caribeños.
EN UNA EPOCA en que la música de los Beatles dominaba el horizonte occidental, precisa Formell, los Van Van imponían su combinación rítmica con influencia de B.B. King, Fats Domino y Little Richard. El documental šVan Van, empezó la fiesta!, de la argentina Liliana Mazure y el cubano Aarón Vega, describe la trayectoria de tres décadas de la orquesta más popular de Cuba, y al mismo tiempo alude a su impacto político y social, dentro y fuera de la isla.
EN UNA SECUENCIA interesante, el documental sigue de cerca los disturbios que ocasiona en Miami la presentación de la banda, donde un grupo de anticastristas la acusa de ser portavoz panfletario del gobierno comunista. El número de simpatizantes rápidamente rebasa al de los detractores e incluso algunos de estos últimos ingresan al estadio para escuchar la música cubriéndose el rostro con una máscara para no ser reconocidos por sus correligionarios. El éxito, total, se acompaña con la obtención del prestigiado trofeo Grammy en febrero de 2000.
EL DOCUMENTAL SE inicia con la celebración nocturna del trigésimo aniversario de la banda en el malecón de La Habana. šVan Van, empezó la fiesta! se presenta como la primera experiencia cubana en cine digital, procedimiento que contribuye a la agilidad de su ritmo y al aprovechamiento de sus escasos recursos para una calidad óptima de sonido. El documental se realiza entre octubre de 1999 y febrero del año siguiente, del aniversario del grupo a su obtención del Grammy, con un número considerable de entrevistas (cien horas de filmación original, reducidas a menos de hora y media en la pantalla), y en él gente de la calle reconoce el papel que ha jugado la banda en su propia educación musical y en su concepto de lo que hoy representan los ritmos cubanos. A este sondeo popular se añade el retrato de cada uno de sus integrantes (15 en total; 12 negros y tres blancos) describiendo la labor individual y buscando la mejor definición de su propuesta musical de ''salsa dura".
PARA AMANTES DE la música cubana, el filme es un recorrido por sus géneros diversos y sus transformaciones, de su contacto con otras bandas -orquestas Chapotín y Aragón- y su relación con la trova cubana (testimonios de Milanés y de Silvio Rodríguez, quien evoca su juventud ''la suerte de haber crecido escuchando a los Van Van"). El documental se presenta como celebración musical, muy al margen de manifestaciones políticas. Como tal es muy disfrutable, a condición, por supuesto, de ser un apasionado de su tema.