El caso de los rechazados
En el pasado proceso de admisión a la Universidad Autónoma de Querétaro se presentaron más de 5 mil estudiantes con petición de ingreso. La falta de espacio obligó a la casa de estudios a rechazar a 3 mil 200 aspirantes, pero catedráticos de la institución aceptaron dar clases gratuitas a por lo menos dos grupos adicionales formados en las facultades de Ingeniería y de Contabilidad y Administración. Cincuenta alumnos son atendidos por seis profesores de contabilidad en una bodega que fue acondicionada como salón de clases. Otros seis maestros de ingeniería atienden a un grupo de 47 alumnos rechazados por falta de cupo en espacios libres, incluyendo la cancha de basquetbol. Los alumnos de educación física de plano toman clases en las gradas del estadio universitario porque no hay donde más.