Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 24 de septiembre de 2002
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Estados

Exigen que frene la tala indiscriminada de sus bosques

Ejidatarios tarahumaras bloquean accesos de la Semarnat en Chihuahua

MIROSLAVA BREACH VELDUCEA CORRESPONSAL

Chihuahua, Chih., 23 de septiembre. Ejidatarios tarahumaras y mestizos de la comunidad Coloradas, ubicada en el municipio de Guadalupe y Calvo, bloquearon calles y los accesos a las instalaciones de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en esta capital, con el propósito de exigir a la dependencia que frene la tala indiscriminada efectuada en sus bosques.

Los manifestantes advirtieron que de no obtener solución a su demanda realizarán nuevas movilizaciones.

Durante más de seis horas, unos 70 ejidatarios impidieron el tránsito en la avenida Las Américas, una de las vialidades más importantes de esta capital, donde se ubican las citadas oficinas federales.

Los manifestantes exigieron la presencia del delegado de la Semarnat en Chihuahua, Oscar Treviño, quien se negó a atender sus demandas.

Además, los inconformes, a quienes encabezó Fidel Torres Valdenegro, gobernador indígena de Coloradas, pidieron que se instale una mesa de negociación, en la que participen la Secretaría de la Reforma Agraria, el Tribunal Agrario, la Semarnat, el Instituto Nacional Indigenista y, especialmente, Xóchitl Gálvez, titular de la oficina de Asuntos Indígenas de la Presidencia de la República, con el propósito de que dichas instancias les resuelvan diversas peticiones, entre las que destacaría que cese la explotación forestal en las 23 mil hectáreas de bosque, ubicadas en Guadalupe y Calvo.

Sostuvieron que en 1999 se cometió un fraude en la Procuraduría Agraria con el programa de Certificación de Derechos Ejidales, al que se inscribió a 90 ejidatarios, de los cuales solamente seis vivían en la comunidad, "y muchos de los nombres que integran la lista son de personas muertas".

Añadieron que a partir de esas maniobras ilícitas, "el cacique Iván Fontes Carrillo consiguió un permiso forestal" que le permitió talar "todo el bosque virgen, propiedad de los ejidatarios indígenas que viven en la zona desde tiempos ancestrales".

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