Personal del Metro lo retuvo por repartir propaganda

Alumno de la UPN, vejado por agentes de Gobernación

Los hechos ocurrieron el 16 de septiembre Iván Ortiz recibió golpes y amenazas de los policías federales

JESUS RAMIREZ CUEVAS

El 16 de septiembre pasado agentes de Gobernación y personal de vigilancia del Sistema de Transporte Colectivo-Metro arrestaron con violencia, durante más de siete horas y de manera ilegal, a Iván Ortiz Aparicio, estudiante de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), quien fue interrogado y amenazado por el único delito de repartir volantes que informaban de la situación en Chiapas.

Ese día, Iván Ortiz y otros cinco estudiantes de la UPN -todos miembros del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN)- formaron una brigada para informar a los usuarios del Metro sobre lo que ocurre en esa entidad del sureste mexicano. "Estábamos en la línea 2 del Metro repartiendo propaganda para informar de lo que pasa en Chiapas, de los ataques de los paramilitares, la militarización y la resistencia zapatista. También teníamos algunas calcomanías del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y las dábamos a quien las solicitaba", aseveró el joven que cursa el quinto semestre de la carrera de pedagogía.

Relató que su experiencia con las fuerzas del orden comenzó cuando se separó de sus compañeros: "Eran como las 11.30 de la mañana. En la estación Bellas Artes me detuvo una persona vestida de civil y me preguntó que por qué hacía eso. Le dije que sólo informaba a la gente y que esa labor no es delito. Me pidió que lo acompañara, pero como me negué, llamó a los policías del Metro. Estos pararon el convoy, me sacaron del vagón por la fuerza y me pidieron que los acompañara.

"No opuse resistencia, pero cuando me llevaban -agregó Iván Ortiz-, los vigilantes me trataron con violencia. Uno me tomó por el brazo y los demás me asestaron rodillazos, codazos y coscorrones. Llegó un supervisor y me llevó al módulo de vigilancia. Ahí me preguntaron mis datos personales y por qué estaba repartiendo volantes. Les dije que soy miembro del FZLN y tenía derecho a informar a los usuarios. Entonces llamaron a la Procuraduría General de la República para que me detuvieran."

A los 19 minutos, para sorpresa de todos, llegó un grupo de agentes vestidos de civil con el cabello muy corto. "Nunca se identificaron, decían que eran de Gobernación. Los del Metro se confundieron porque creyeron que eran judiciales. Los agentes llegaron con cámaras de video. Me pusieron volantes y calcomanías en el pecho, como si fuera un preso. Grabaron mi imagen de frente y de perfil, e hicieron lo mismo con los libros que llevaba, uno de pedagogía y Marcos, el señor de los espejos, de Vázquez Montalbán. Este les llamó la atención y me interrogaron con insistencia sobre los zapatistas. Después llegó otro tipo que ocultaba su rostro tras de otra cámara".

Iván Ortiz fue sometido también a presión sicológica: "Por la fuerza, los agentes querían que les dijera qué sabía de la guerrilla zapatista y del subcomandante Marcos; qué estaba planeando hacer él y si yo estaba 'metido' en algo. Respondí que participaba en el FZLN, que formaba parte de una brigada de información y repartía los volantes que tenían en sus manos".

El interrogatorio continuó en el módulo del Metro sobre los mismos temas. "Los agentes tenían mucha información; me preguntaron qué hacía en la escuela y en el FZLN, que si conocía a América del Valle (estudiante de la misma institución) y si había ido a Atenco. Uno de ellos dijo que tenían un amigo en la UPN y sabían qué hacía el Comité Estudiantil del FZLN en la universidad. Así me tuvieron más de cuatro horas", relató Iván Ortiz, de 26 años.

A las tres de la tarde lo subieron a una patrulla de la policía capitalina, acompañado por los agentes de Gobernación y el supervisor del Metro. El brigadista recordó que al pasar "por una papelería sacaron fotocopias de la propaganda que llevaba mientras seguían preguntando. Después me llevaron a la quinta delegación de la Procuraduría del Distrito Federal. Ahí me dijeron que lo que hice no es delito y no me podían detener. Pero me permitieron hacer una llamada telefónica hasta las cuatro de la tarde.

"El agente del Ministerio Público me dejó libre, pero los de Gobernación me volvieron a subir a la patrulla y me dieron vueltas por la ciudad. Decían que no tuviera miedo. Yo respondía que me dejaran ir a mi casa, pero seguían preguntando lo mismo: que si estaba de acuerdo con derrocar al gobierno y demás. Me pidieron mi dirección y como a las seis de la tarde me dejaron a unas cuadras de mi casa. Antes de bajarme me amenazaron: 'Cuídate, ahí te estaremos dando vueltas en tu casa y en la escuela'.

"Esta es una arbitrariedad, los agentes violaron mis derechos, no cometí ningún delito y me trataron como delincuente. Es un atentado contra la libertad de expresión. Quiero denunciar esto para que no le pase a nadie más", concluyó Iván Ortiz.