Es tiempo de "profundizar" en la reforma indígena, plantea el gobernador chiapaneco
Pablo Salazar pide a Fox que lance "nueva ofensiva de paz" en Chiapas
AFP
Tuxtla Gutierrez, Chis., 15 de septiembre. En medio de una creciente agitación indígena en contra de la ley sobre cultura y derechos indígenas, el gobernador de Chiapas, Pablo Salazar, dijo que el gobierno del presidente Vicente Fox debe lanzar una "nueva ofensiva de paz".
Es tiempo "de hacer una nueva oferta de diálogo", planteó Salazar a los medios de comunicación al referirse al hecho de que el gobierno de México y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional EZLN se levantaron de la mesa de negociaciones en septiembre de 1996, así como a la aprobación de la ley en el Congreso que rechazaron la guerrilla y diversas organizaciones de pueblos indios.
Unas horas después de que miles de campesinos indígenas se manifestaran en contra de la norma en el conflictivo municipio de Ocosingo, Salazar dijo que "las leyes no son perfectas, son perfectibles y creemos que es tiempo de profundizar en una reforma que no satisface a todos, desde hace tiempo estamos insistiendo en la reforma de la reforma y el Congreso es un escenario para esta segunda etapa".
El gobernador sostuvo que las luchas de los pueblos indios de México -unos 12 millones de personas de 56 etnias- "no empezaron ayer y tampoco se van a terminar con la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que desechó cientos de demandas que pedían revocar la ley".
Según Salazar, "aprobar la reforma no era firmar la paz y desaprobarla tampoco era declarar la guerra de nuevo en Chiapas, pero el fallo de la Corte "pone fin a una etapa muy rica y muy intensa, digamos que abre un segundo esfuerzo en la lucha de los pueblos indios por obtener reformas que les favorezcan".
Salazar comentó que ante el fallo "hay inconformidad de amplios sectores, pero no hay más violencia" y existen tres escenarios para dar la lucha por las justas demandas en materia indígena: el Congreso, el gobierno federal y los instrumentos legales internacionales, como el convenio 169 de la OIT.
En ese contexto, el obispo de la diócesis de San Cristóbal, Felipe Arizmendi, dijo en su homilía de este domingo que "la ley indígena, tal como fue aprobada por nuestros legisladores en abril de 2001, es susceptible de mejoras".
La sociedad chiapaneca es muy plural y "ningún grupo puede imponer a la mayoría su modo de ser y de pensar", señaló el obispo con relación a la demanda de indígenas prozapatistas de anular la ley y remplazarla con una que satisfaga el deseo del Ejércio Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que la rechazó desde su aprobación en abril de 2001.
En su homilía, el religioso destacó que "todos hemos de aprender a vivir una cultura de la legalidad", porque "si cada persona o grupo quiere regirse por sus propias leyes, se desencadena un caos de consecuencias dramáticas por las divisionesque ese relativismo legal provoca. Por medios pacíficos y legales hemos de luchar por la mejoría de nuestras leyes".
Con todo, sostiene, "hay que seguir insistiendo en que se den los pasos pertinentes para que la ley reconozca más plenamente los derechos indígenas", y por ello "espero que los diputados locales sean generosos y creativos para elaborar los cambios que sus pueblos necesitan".