Estimularía productividad y fortalecería
el crecimiento, según el BBVA Bancomer
La apertura en electricidad disminuiría deuda
pública
ISRAEL RODRIGUEZ J.
Entre los beneficios que se pueden lograr con una apertura
en el sector eléctrico destacan una reducción en el endeudamiento
público, eliminación de restricciones a la productividad
y el fortalecimiento del crecimiento económico por los mayores incentivos
para la eficiencia productiva que presentan las empresas privadas contra
las públicas, consideró el grupo financiero Bilbao Vizcaya
Argentaria Bancomer (BBVA Bancomer).
En
su más reciente Informe Económico, el intermediario financiero
afirmó que un monopolio no ofrece beneficios para los consumidores
en términos de cobertura y calidad, pues las empresas no están
obligadas a ofrecer su mejor servicio, ya que su clientela es cautiva.
De esta forma, las empresas públicas no tienen
incentivos para innovar e introducir cambios tecnológicos que lleven
a menores costos de producción. En México, por ejemplo, de
las 177 plantas de energía eléctrica del sector público
en 2001, 78 por ciento tiene una antigüedad mayor a 20 años.
Apunta el amplio análisis que a pesar de los avances,
el sector eléctrico presenta aún serias deficiencias cuando
sus principales indicadores se comparan con los de otros países:
en México los minutos de interrupción en el servicio son
50 por ciento mayores a los que se registran en países desarrollados,
como España y Suecia, y se cuadruplican respecto de Reino Unido
y Holanda.
El precio de la electricidad es superior al que pagan
los usuarios en otros lugares. Por ejemplo, las tarifas comercial e industrial,
aun con subsidio, son 74.8 por ciento y 46.5 por ciento más altas
en México que en Estados Unidos.
El documento precisa que el principal reto de México
en materia eléctrica es asegurar un suministro confiable y suficiente
para cubrir los requerimientos de la demanda. Según la Secretaría
de Energía (Sener), durante el período 2001-2010, será
necesario aumentar la capacidad de generación en 27 mil 357 megawatts.
Actualmente 10 mil 854 megawatts se encuentran en proceso de construcción,
pero restan por asegurar 16 mil 503 megavatios.
De acuerdo a la Sener se calcula que será necesario
invertir 675 mil 781 millones de pesos, de los cuales el sector público
sólo podrá aportar hasta el 46.5 por ciento; el resto deberá
provenir de los Programas de Inversión Diferida en el Gasto Público
(Pidiregas) y de productores privados independientes.
El BBVA Bancomer, reconoce que si bien los Pidiregas han
permitido construir con recursos privados los proyectos de infraestructura
del sector público, se trata de una solución temporal que,
además de requerir más recursos en términos reales
año con año, eleva el endeudamiento público.
Indica que el control público de la generación,
transmisión y distribución de la energía eléctrica
repercute en una menor tasa de crecimiento en el PIB por habitante potencial
de largo plazo.
Lo anterior, explica, se debe a importantes deficiencias
productivas, tarifas poco competitivas, baja calidad y cobertura, el elevado
costo que para los contribuyentes representa la infraestructura pública
para la prestación del servicio de energía eléctrica
y los subsidios a las tarifas.
Agrega que la ausencia de competencia en los mercados
de electricidad ofrece pocos incentivos para la eficiencia productiva y
genera desperdicios en la asignación de los recursos económicos.
Finalmente, estimó que de aprobarse la iniciativa
presidencial para la reforma eléctrica, la mayor oferta impulsaría
el desarrollo del país y el bienestar al permitir un mayor consumo
de electricidad por habitante. Indudablemente, el principal reto será
político, como suelen ser los grandes cambios legales en cualquier
país democrático.