Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 13 de septiembre de 2002
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Espectáculos
Leonardo García Tsao

Revelado instantáneo

Autor de un par de sugerentes videos para el grupo Nine Inch Nails, el realizador Mark Romanek ha dirigido su primer largometraje, Retrato de una obsesión, siguiendo una estrategia diferente. Si en los videos ilustraba el mundo oscuro de Trent Reznor con imágenes chocantes, en su opera prima describe una vida enajenada a través del horror oculto.

Sobre un guión escrito por él mismo, Romanek nos sitúa en la solitaria y desesperada perspectiva de Sy Parrish (Robin Williams), anodino empleado de un comercio fotográfico, situado dentro de un almacén de descuento. Amable y servicial como un autómata, Sy se ha encariñado con los Yorkin, cuyas fotos ha revelado desde hace años. A su parecer, la familia formada por Nina (Connie Nielsen), Will (Michael Vartan) y su pequeño hijo Jakob (Dylan Smith) representa el ideal de hogar estadunidense al que él quisiera pertenecer. De hecho, Sy se ha fantaseado como miembro de los Yorkin, al grado de conservar copias de las fotos y mostrarlas con orgullo familiar.

Por supuesto, esa imagen de perfección doméstica -según reflexiona el protagonista, narrador de la cinta, las fotos siempre se hacen sobre ocasiones felices- no muestra las tensiones existentes entre la pareja: Will le reprocha a Nina su afán consumista, mientras ella lo acusa de negligencia emocional. Un acto de infidelidad detectado por Sy, sumado a su propia crisis personal (sus descuidos laborales han ocasionado su despido), lo orillan a volverse un acosador y tomar una cámara como arma.

Emparentado con el mirón homicida de Peeping Tom, la controvertida obra maestra de Michael Powell (1960), Sy es también la versión negativa del robot deseoso de sentimientos que el propio Williams encarnó en la empalagosa El hombre bicentenario (Columbus, 1999). Al igual que los replicantes de Blade Runner, es un hombre sin pasado que busca construir una memoria artificial a través de fotografías ajenas. Romanek filma el entorno íntimo de Sy enfatizando la falta de personalidad que lo caracteriza; siendo la única excepción el muro de emociones prestadas, formado por un collage del álbum familiar de los Yorkin.

Si bien el cineasta acentúa los momentos de suspenso con un atinado montaje de engañosos enlaces, Retrato de una obsesión es más un inquietante estudio de personaje sobre la soledad en la sociedad actual que un thriller. La elección de Williams es otro acierto. En sus papeles cómicos, la urgencia complaciente del actor se había vuelto uno de los irritantes más ostentosos del cine hollywoodense reciente; pero esa misma sonrisa untuosa se vuelve muy significativa en un contexto de enajenación. Por ello, la rabia mostrada por Williams en las acciones climáticas es tanto más efectiva.

Por suerte, Romanek no pretende explicar a su personaje con sicologismos gastados (no hay flashbacks a un trauma de la infancia, por ejemplo). Lo más promisorio de su debut es la forma como revela la patología de Sy, su vacío existencial y también la frágil seguridad de la familia común, apoyándose en la brillante fotografía de Jeff Cronenweth, que recrea ese universo antiséptico del centro comercial como una metáfora de una vida centrada en la apariencia. El realizador utiliza la obsesión fotográfica para referirse al tema de la mirada y la representación de la misma, a lo largo de la película. Abrir con las fotografías de fichaje policiaco de Sy, o hacerlo irrumpir en una conferencia sobre implantes de retina (deslumbrando a los asistentes con la luz repentina), muestran una promisoria intuición de cineasta.

Aunque Retrato de una obsesión se queda en la superficie del tema -como una fotografía-, Romanek se perfila como un director que se sitúa, en principio, por encima de la norma.

RETRATO DE UNA OBSESION

(One Hour Photo)

D y G: Mark Romanek/ F. en C: Jeff Cronenweth/ M: Reinhold Heil, Johnny Klimek/ Ed: Jeffrey Ford/ I: Robin Williams, Connie Nielsen, Michael Vartan, Dylan Smith, Erin Daniels/ P: Catch-23 Entertainment, Killer Films, Laughlin Park Pictures. EU, 2002.

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