Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 12 de septiembre de 2002
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Espectáculos
Más de mil 500 personas se reunieron en La Riviera para su primer concierto

Madrid se rindió ante los ''reportajes de la realidad del pueblo mexicano'' de Los Tigres del Norte

El grupo es considerado líder del movimiento musical más importante de América

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 11 de septiembre. La música de Los Tigres del Norte se escuchó íntegra, sin censuras de ningún tipo, en la madrileña sala La Riviera, donde el grupo oriundo de Rosamorada, Sinaloa, hizo bailar a ritmo de corrido y narcocorrido a más de mil 500 personas. En su primer concierto en Madrid en más de tres décadas de carrera, el quinteto mexicano desplegó un generoso repertorio de lo mejor de sus canciones, en las que presentaron ante un público enfervorizado historias de mojados, de la frontera, de la vida de los migrantes latinos en Estados Unidos y hasta alguna balada para ser bailada con un poco más de sosiego.

Semanas antes del concierto la ciudad se había inundado con miles de carteles y postales en los que se advertía de la primera visita a España del grupo más popular de América Latina, que entró en gran parte al mercado español gracias a La reina del sur, la reciente novela del escritor Arturo Pérez-Reverte, quien desde que se inspiró en las canciones de Los Tigres del Norte su música se ha convertido en objeto de culto.

Por eso hoy, en la tocada del grupo mexicano, estuvieron lo mismo incondicionales mexicanos, colombianos, peruanos o guatemaltecos que advenedizos en esto del narcocorrido, pero que bailaron con el mismo fervor las historias cantadas por Los Tigres del Norte, consideradas "reportajes o crónicas de la realidad del pueblo mexicano". También estuvieron viejos seguidores del grupo, como el cineasta español Alex de la Iglesia, la cantante Alaska o el crítico de música Diego Manrique.

La gente que se acercó al concierto, al menos los que apenas conocían la música norteña, tenían un antecedente que quedó plasmado en los carteles y postales que infestaron la ciudad con la imagen del mítico grupo mexicano, a quienes se les considera "los líderes del movimiento musical más importante de América, ya que sus canciones han hecho posible la creación de una cultura propia de la clase social que más siente la miseria, las injusticias o el mal gobierno... ellos ponen música y voz a la nostalgia del migrante, las penurias del mojado y también a las conquistas del latino en Estados Unidos". También al menos dos meses antes, coincidiendo con la presentación de la citada novela, se puso a la venta un doble disco recopilatorio en el que se seleccionaron las mejores canciones de este grupo, con más de 50 discos grabados.

Todos bailaron con Camelia...

Los Tigres del Norte, ataviados con trajes negros de llamativos botones plateados incrustados, iniciaron su primer concierto madrileño con cinco canciones del llamado narcocorrido, el género más conocido hasta ahora, como Jefe de jefes o La banda del carro rojo, que removieron el letargo hasta entonces imperante en la sala. Con luces estridentes y un sonido más bien mejorable, el quinteto de Sinaloa interpretó también otras emblemáticas canciones de su carrera, como El Gato Felix y El espinazo del diablo.

Una vez que había entrado en calor el público, Los Tigres del Norte tocaron, previa introducción en la que hicieron referencia al novelista -de algún modo su padrino en este país-, Contrabando y traición, el corrido que cuenta la historia de Camelia, la texana, la misma que inspiró y que de alguna manera es La reina del sur. Con un estruendoso aplauso continuó el concierto, que se convirtió entonces en un encuentro del público con el grupo mexicano, al convertir el escenario en el que Hernán, Jorge, Luis, Oscar y Jorge interpretaban sus "reportajes de la realidad del pueblo mexicano" en una gran sala de baile, en la que convivían con soltura el acordeón, la batería o la guitarra con decenas de parejas que se pusieron a bailar junto con los hermanos y primos Hernández.

La gente reunida en torno a Los Tigres comulgaron con su música, que aquí es vista como "la crónica sangrante de un tráfico imparable, un negocio feo que cuenta con la comprensión de muchos mexicanos de ambos lados de la frontera". A este mítico grupo mexicano se le considera como el primero en "humanizar" a los que "viven al margen de la ley, con ese memorable Los dos plebes, y adoptaron el punto de vista de los cultivadores en Pacas de a kilo". Canciones que también tocaron durante más de dos horas, en los que su nuevo público se mostró entregado y admirado por esto que llaman el narcocorrido mexicano.

Los Tigres del Norte, que iniciaron su gira en Barcelona el pasado 6 de septiembre, visitarán además Salamanca, Lesaka (Navarra) y Bilbao.

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