Examinan los efectos de la desigualdad de género
Crece el número de mujeres infectadas de VIH: Onusida
CAROLINA GOMEZ MENA
Setenta por ciento de las nuevas infecciones del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) a escala mundial se registran en mujeres, debido a la escasa capacidad que en ciertos sectores sociales tienen para decidir sobre el uso de preservativos y cuándo tener voluntariamente relaciones sexuales, según la Organización de Naciones Unidas para el Sida (Onusida). Entre 27 y 50 por ciento de ellas, de acuerdo con expertos, reporta haber sido atacadas físicamente por sus parejas.
Dado que la violencia sexual, producto de la desigualdad de género, se ha convertido en un ingrediente adicional en la propagación del sida, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida), en conjunto con el Programa Mujer y Salud (Promsa), trabajan en la elaboración de propuestas que ayuden a mitigar el impacto del problema.
Al inaugurar la mesa redonda El VIH/sida y las relaciones de género, Patricia Uribe Zúñiga, directora general del Censida, resaltó que para el organismo que dirige "es importante abrir espacios de reflexión que se traduzcan en acciones y políticas públicas concretas" en este renglón.
Censida, informó, apoyará acciones que "logren integrar la perspectiva de género y promuevan la transformación social para que disminuyamos estas desigualdades, el estigma y la discriminación asociada al genero".
Por su parte, Patricia Espinosa Torres, representante del Inmujeres, resaltó que la "falta de recursos, de información y de acciones concretas hace que muchas mujeres se infecten". Adelantó que una de las líneas de acción apunta a realizar talleres en las comunidades indígenas y en las zonas rurales con el propósito de concientizar a las mujeres respecto a sus derechos sexuales.
Durante el acto, que se llevó a cabo en El Colegio de México, Espinosa Torres dijo que a pesar de que en México seis de cada siete personas infectadas por el VIH son hombres, ello no obsta para empezar a revertir la vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres respecto al avance de este mal.
"La condición de mayor vulnerabilidad incide directamente en el patrón de transmisión heterosexual del virus y en la infección de mujeres e incluso de sus hijos e hijas. A menudo ellas tienen menos poder que los hombres de decidir cuándo y cómo tener relaciones sexuales", puntualizó.
"Diversos factores emocionales y disparidades de poder dentro de la pareja impiden que las mujeres puedan rehusar las relaciones sexuales sin protección, incluso para algunas negarse a tener sexo puede significar violencia", añadió.
Patricia Uribe indicó que a pesar de que el uso del condón aún es bajo en el país, se ha experimentado un incremento notable de 1988 a la fecha, pasando de 50 mil usuarios, a fines de la década de los ochenta, a poco más de 350 mil, en 2001. Subrayó que muchas mujeres no tienen la posibilidad de elegir si quieren o no que su pareja utilice preservativo.
No obstante, planteó, esta situación es menos generalizada entre los jóvenes, sector en el que el empleo del condón ha aumentado alrededor de 24 puntos porcentuales durante el último lustro.